Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año.
Si hay dos o tres reunidos en mi Nombre
Es más que evidente que la misa dominical está atravesando una crisis profunda. Para muchos es una reunión insufrible. Los fieles no tienen paciencia para asistir a un acto que los obliga en conciencia, pero del que no captan el sentido ni la necesidad. Además, no siempre escuchan palabras que toquen la realidad de sus vidas. Ir a misa se convirtió, para muchos, en una pesada mochila más para llevar que para reflexionar.
No podemos ir a misa por costumbre, por disciplina o por obediencia a un precepto. El clima de este encuentro debería ser diferente. Nos reunimos porque Jesús nos convoca, atraídos por él y animados por su Espíritu. Jesús es la única razón y la vida de este encuentro. Allí él se hace presente porque está vivo.
La historia nos enseña que el crecimiento del cristianismo primitivo fue posible gracias a miles de grupos pequeños y casi insignificantes, que se reunían en el nombre de Jesús para escuchar su palabra, compartir, rezar y vivir animados por su Espíritu.
Sin duda, fue importante la intervención de los Apóstoles, y de Pablo, Pedro, Bernabé y tantos misioneros y profetas; también las cartas y los escritos que ya circulaban entre las comunidades. Pero el hecho decisivo fue la fe sencilla de creyentes anónimos, que se reunían, convocados por Jesús, para escuchar su mensaje y celebrar la Cena del Señor.
Estas comunidades no eran grandes, sino grupos de vecinos, familiares o amigos, que se juntaban en la casa de alguno de ellos. El evangelista Mateo los recuerda hoy: Donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.
Nadie conoce el futuro. Nadie tiene recetas para garantizar nada. Muchas de las iniciativas de hoy pasarán rápidamente porque no resistirán la fuerza de la indiferencia. En tiempos de crisis, sólo nos podemos ocupar de lo esencial. Dejemos que Jesús irrumpa con fuerza en esta sociedad descreída y satisfecha, a través de grupos de cristianos sencillos, atraídos por su mensaje de un Dios bueno. Con Jesús todo es posible. Tenemos que estar muy atentos a sus llamadas, como la que nos hace hoy.
“Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy presente en medio de ellos” (Mt 18, 20).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Nuestra comunidad, si es la de Jesús, es un lugar de fiesta, de perdón y de amor fraterno. Nos disponemos a vivirlo intensamente en esta eucaristía para llevarlo a la vida.
1ª LECTURA Ez 33, 7-9
Guía: El profeta subraya su responsabilidad: si no corrige a la gente descarriada, se le pedirá cuenta. Así el cristiano debe recordar su responsabilidad hacia los demás y corregirlos.
Lectura de la profecía de Ezequiel.
Así habla el Señor: “Hijo de hombre, Yo te he puesto como centinela de la casa de Israel: cuando oigas una palabra de mi boca, tú les advertirás de mi parte. Cuando yo diga al malvado: ‘Vas a morir’, si tú no hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. Si tú, en cambio, adviertes al malvado para que se convierta de su mala conducta, y él no se convierte, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida”. Palabra de Dios.
SALMO Sal 94, 1-2. 6-9
R. Ojalá hoy escuchen la voz del Señor.
¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva! ¡Lleguemos hasta Él dándole gracias, aclamemos con música al Señor! R.
¡Entren, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó! Porque Él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano. R.
Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto, cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras”. R.
2ª LECTURA Rom 13, 8-10
Guía: Pablo exhorta a los cristianos a no tener otra deuda mutua, sino el amor, porque el amor es la plenitud de la Ley.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: Que la única deuda con los demás sea la del amor mutuo: el que ama al prójimo ya cumplió toda la Ley. Porque los mandamientos: “No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás”, y cualquier otro, se resumen en éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El amor no hace mal al prójimo. Por lo tanto, el amor es la plenitud de la Ley. Palabra de Dios.
ALELUIA 2Cor 5, 19
Aleluia. Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo, confiándonos la palabra de la reconciliación. Aleluia.
EVANGELIO Mt 18, 15-20
Guía: Jesús enseña a sus discípulos la necesidad de la corrección fraterna y cómo hacerla para que surta efecto.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: “Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo. También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos”. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: El pan y el vino, frutos de muchos granos, son un llamado a vivir en la unidad; lo pedimos al Señor y nos comprometemos a ello.
PREPARACIÓN PARA LA COMUNIÓN
Guía: La comunión con Jesús no puede ni debe reducirse a algo ocasional, debe ser algo que nos haga “participar siempre de su vida”.
DESPEDIDA
Guía: Anunciemos a todos que realmente creemos y nos sentimos la comunidad de Jesús: que se alimenta de su Palabra y de su Cuerpo y se siente solidaria con todos, especialmente con los lejanos y quiere ser para ellos una invitación a que vuelvan.