El Venerable Francisco Valdés (1908-1982) fue el primer misionero capuchino chileno, párroco de Pucón y el primer obispo de Osorno. Su vida fue una manifestación de fe, amor y confianza en el Señor, marcada por un amor ardiente a la Iglesia y a los hombres según la espiritualidad franciscana. Llevó la luz del Evangelio de Cristo hasta los lugares más remotos de su amada Araucanía, y entregó sin reservas cada momento de su vida para aliviar a los que sufren cualquier tipo de miseria moral o material. Artífice de la paz entre Chile y Argentina, a su intervención se debe que ambos países sometieran al arbitraje de la Santa Sede el litigio austral que los tuvo al borde de la guerra en 1978.
El 3 de noviembre de 1998, monseñor Alejandro Goic, entonces obispo de Osorno, dio inició a la Causa de Beatificación de monseñor Francisco Valdés, designando como juez al padre Jaime Correa S.J. A partir de entonces, monseñor Francisco Valdés pasó a ser SIERVO DE DIOS. Posteriormente, el padre provincial capuchino nombró en Chile al padre Juan Bauer Ofm Cap, como vice postulador de la Causa. El padre Jaime Correa llevó adelante el proceso y de su detallada y rigurosa investigación surgió un conjunto de documentos históricos y biográficos, y testimonios de quienes conocieron a monseñor Valdés, que recibe el nombre de Positio, y que fue presentada a las autoridades romanas el 29 de noviembre de 2012.
El 18 de marzo de 2014, los consultores teólogos dieron su voto favorable a la Positio y el 4 de noviembre de 2014, los cardenales y obispos reconocieron el grado heroico de las virtudes heroicas del Siervo de Dios. Monseñor Francisco Valdés fue entonces declarado VENERABLE. El papa Francisco lo ratifica firmando el Decreto “Super vita, virtutibus et fama sanctitatis”, el 5 de noviembre de 2014.