Al finalizar la Eucaristía de este domingo 31 de diciembre en el templo catedral metropolitano de La Serena, el pastor manifestó: “Con la bendición del Señor llegamos al último día de este año -31 de diciembre- que felizmente es domingo, Día del Señor. Hace apenas unos momentos ha concluido la santa Eucaristía. Domingo tras domingo, la comunidad cristiana se congrega, convocada por el Señor Jesús, para celebrar el misterio fundamental de su vida, trascendental, por tanto, en la vida de sus discípulos misioneros:la memoria de su resurrección”.
Luego, expresó gratitud al Señor “por la posibilidad de haberlo celebrado en comunidad todos los domingos de este año: En cada Eucaristía Él comunica la vida que ofrece en su Palabra, en su Cuerpo y Sangre y también en su Cuerpo que es la comunidad”.
En relación a la Fiesta de la Sagrada familia de Jesús, María y José, que se celebra en este último día del año, expresó: “En ella, como señala la oración Colecta, Dios nos ofrece un verdadero modelo de vida. En ella encontramos también valiosa inspiración para nuestras propias familias, como para la gran familia que es nuestra patria, quienes la habitamos, incluidos nuestros queridos hermanos provenientes de otras latitudes. ¡Qué gran aprecio tiene nuestro pueblo por esta gran, importante y noble institución que es la familia! Hemos ofrecido la última Eucaristía de este año rogando a Dios Padre y a la Sagrada Familia de Nazaret por nuestras queridas familias”.
Invitó al agradecimiento a Dios, idealmente en familia, “por el año que finaliza”, como también comenzar el 2024 “poniendo nuestra vida en las manos de Dios”.
Finalmente, saludó a los presentes deseándoles muy feliz Año Nuevo, junto a sus familias, y abundantes bendiciones del Señor:“¡Que también el 2024, lo vivamos en su presencia!”.