21º durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año.
Pedro Creía en Jesús
No parece que el Señor se interesara en saber qué pensaba la gente de él… Sus palabras y sus comportamientos sembraban amores y odios… Lo importante era qué pensaban los suyos y ponerlos en camino para que pasasen del conocimiento al amor, del saber a la vivencia, de la pasión a la resurrección…
Pedro respondió por todos con una inédita confesión de fe. Eso no se lo había enseñado nadie, lo encontró claro en su alma, venido de lo alto.
Tan espontáneo fue Pedro en manifestar su fe pero no perdió ocasión para oponerse a lo que decía el Maestro: se negaba a aceptar la idea de que Jesús tenía que ir a Jerusalén para sufrir. Jesús respondió duro: “Retírate de mi vista, Satanás”. A nadie más llamó con esas palabras. En la Cena, no quiso que su “jefe” le lavara los pies. Más tarde, en el momento más difícil para Jesús, lo negó tres veces, absolutamente, sin dudas.
Pedro era un pescador, sin ninguna preparación, testarudo y sincero. Esa dificultad que tuvo para seguir a Jesús puede iluminarnos a nosotros hoy. Esa dificultad para aceptar a Jesús hace más creíble la adhesión total a su persona.
La inmensa mayoría de los cristianos no nos planteamos la dificultad de seguir a Jesús, lo seguimos sin pena ni gloria, sin haber descubierto el profundo significado de su persona. Por lo tanto, nuestro seguimiento es superficial. Solo después de haber superado la prueba de nuestros prejuicios, estaremos preparados para orientar a los demás al encuentro del Señor que nos salva a nosotros.
Tenemos que descubrir que solo desde la vivencia personal podemos comunicar la fe. Esto explica por qué un puñado de personas fue capaz de trasformar el mundo conocido en pocos decenios, y nosotros, siendo casi dos mil millones, convencemos cada vez menos.
El paso a la vivencia de la fe en Jesús es una tarea que dura toda la vida. Nunca terminamos de dar el paso porque nos encontramos más a gusto con un Dios fabricado a medida, que poniendo nuestra total confianza en Jesús.
“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16, 16).
P. Aderico Dolzani, ssp.
Motivación de entrada
Guía: Somos parte de la comunidad de los creyentes en Jesús, único maestro y único salvador. En comunión con toda la Iglesia, con fe y amor, caminamos tras sus pasos.
1ª Lectura Is 22, 19-23
Guía: En base a un relato histórico, el profeta describe las características propias de un funcionario público, que se debe al bien del pueblo.
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor a Sebná, el mayordomo de palacio: “Yo te derribaré de tu sitial y te destituiré de tu cargo. Y aquel día, llamaré a mi servidor Eliaquím, hijo de Jilquías; lo vestiré con tu túnica, lo ceñiré con tu faja, pondré tus poderes en su mano, y él será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré sobre sus hombros la llave de la casa de David: lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá. Lo clavaré como una estaca en un sitio firme, y será un trono de gloria para la casa de su padre. Palabra de Dios.
Salmo Sal 137, 1-3. 6. 8
R. Tu amor es eterno, Señor.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, te cantaré en presencia de los ángeles. Me postraré ante tu santo Templo y daré gracias a tu Nombre. R.
Daré gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad, porque tu promesa ha superado tu renombre. Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma. R.
El Señor está en las alturas, pero se fija en el humilde y reconoce al orgulloso desde lejos. Tu amor es eterno, Señor, ¡no abandones la obra de tus manos! R.
2ª Lectura Rom 11, 33-36
Guía: Pablo, en un arrebato de alabanza a la sabiduría de Dios, nos recuerda que “todo es de él, por él y para él”.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
¡Qué profunda y llena de riqueza es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus designios y qué incomprensibles sus caminos! “¿Quién penetró en el pensamiento del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le dio algo, para que tenga derecho a ser retribuido?”. Porque todo viene de Él, ha sido hecho por Él, y es para Él. ¡A Él sea la gloria eternamente! Amén. Palabra de Dios.
Aleluia Mt 16, 18
Aleluia. Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Aleluia.
Evangelio Mt 16, 13-20
Guía: Un texto denso y rico en enseñanzas: Jesús plantea a sus discípulos y a nosotros: “¿Quién soy yo para ustedes?”. Elige a Pedro como fundamento de su Iglesia y le confiere el poder de las llaves.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”. Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”. “Y ustedes”, les preguntó, “¿quién dicen que soy?”. Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”. Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que Él era el Mesías. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: La ofrenda del pan y del vino nos obtenga los dones de la unidad y de la paz.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: La comunión con Jesús debe manifestarse ante todo en el cumplimiento fiel de la voluntad de Dios.
DESPEDIDA
Guía: Vayamos a anunciar, en medio de un mundo cambiante, conflictivo y sin misericordia, el poder salvador de Cristo.