19º durante el año. Verde.
Credo. Prefacio dominical durante el año. ?Día del Diácono. Día del niño.
El miedo nos paraliza
Después de la multiplicación de los panes y los pescados, Jesús obligó a los discípulos a cruzar el lago. Según el texto de Juan, la gente, al ver semejante prodigio, quería hacerlo rey, pero Jesús los despidió y subió a la montaña. Quizás los discípulos tampoco aceptaban este comportamiento del Señor. Jesús eligió la soledad de la oración como después del martirio de Juan Bautista.
Podemos imaginar la travesía de los Doce de no muy buen humor. Además, un fuerte viento en contra los incomodaba. Así en la madrugada lo ven caminando sobre el mar. En el Antiguo Testamento, se dice expresamente que solo Dios puede caminar sobre el dorso del océano. Con este milagro, Jesús muestra que domina las fuerzas de la naturaleza, el mal y que es Dios.
Pero no puede sacar el miedo a los suyos. Como siempre, los miedos son el mayor obstáculo para conocer, amar y seguir a Jesús como “Hijo de Dios” que nos acompaña y salva en la crisis.
En nuestra vida y en nuestra familia o comunidad, puede haber entrado el miedo y no sabemos cómo liberarnos de él. Tenemos miedo a la muerte, al dolor y las enfermedades, al desprestigio, la falta o pérdida del trabajo y los problemas familiares, el desgaste de la estima y al rechazo. Nos tenemos miedo los unos a los otros. Endurecemos el lenguaje y perdemos la libertad. Preferimos no correr riesgos y encaramos el futuro con temor y sin alegría…
Como Pedro, en el fondo de estos miedos tememos encontrarnos con él, Jesús, y nos resistimos a seguir sus pasos. Él mismo nos ayuda a descubrirlo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué dudan tanto?
Cuando Jesús sube a la barca con Pedro, el mar se calma… Hoy quiere subir a nuestra vida y darnos la serenidad que nos falta para vivir sin miedo, como todos los que creen en el Señor resucitado y se fían ciegamente de él.
“Tranquilícense, soy yo, no teman” (Mt 14, 27).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: La misa dominical es un alto en nuestra actividad diaria para reunirnos en asamblea con los hermanos de nuestra comunidad. Oremos juntos, cantemos juntos, y juntos alimentémonos de la palabra que da la vida.
1ª Lectura 1Rey 19, 9. 11-13
Guía: Dios se manifiesta en la intimidad, en el silencio, no en el ruido. Así lo experimenta el profeta Elías en el monte Horeb y vuelve reconfortado a su misión.
Lectura del primer libro de los Reyes.
Habiendo llegado Elías a la montaña de Dios, el Horeb, entró en la gruta y pasó la noche. Allí le fue dirigida la palabra del Señor. El Señor le dijo: «Sal y quédate de pie en la montaña, delante del Señor. Y en ese momento el Señor pasaba. Sopló un viento huracanado que partía las montañas y resquebrajaba las rocas delante del Señor. Pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, hubo un terremoto. Pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, se encendió un fuego. Pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó el rumor de una brisa suave. Al oírla, Elías se cubrió el rostro con su manto, salió y se quedó de pie a la entrada de la gruta. Palabra de Dios.
Salmo Sal 84, 9-14
R. Muéstrame, Señor, tu misericordia, y danos tu salvación.
Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz para su pueblo y sus amigos. Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra. R.
El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. R.
El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de Él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R.
2ª Lectura Rom 9, 1-5
Guía: Pablo ama al pueblo de Israel, que es el heredero de las promesas, y siente que no haya aceptado a Cristo. Está dispuesto a cualquier sacrificio con tal que Israel se salve.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo. Siento una gran tristeza y un dolor constante en mi corazón. Yo mismo desearía ser maldito, separado de Cristo, en favor de mis hermanos, los de mi propia raza. Ellos son israelitas: a ellos pertenecen la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto y las promesas. A ellos pertenecen también los patriarcas, y de ellos desciende Cristo según su condición humana, el cual está por encima de todo, Dios bendito eternamente. Amén. Palabra de Dios.
Aleluia Sal 129, 5
Aleluia. Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra. Aleluia.
Evangelio Mt 14, 22-33
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Después de la multiplicación de los panes, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo. La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. «Es un fantasma», dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar. Pero Jesús les dijo: «Tranquilícense, soy Yo; no teman». Entonces Pedro le respondió: «Señor, si eres Tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua». «Ven», le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: «Señor, sálvame». En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?» En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante Él, diciendo: «Verdaderamente, Tú eres el Hijo de Dios». Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Los dones que presentamos –el pan y el vino– frutos de nuestro trabajo, el Señor los transformará en sacramento de salvación.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Cristo es luz y verdad: unidos a él podemos superar las tinieblas y los errores que obstaculizan nuestro camino hacia Dios.
DESPEDIDA
Guía: La luz recibida de la palabra de Dios y la fuerza que se nos ha dado en el sacramento, son un buen viático para vivir cristianamente la semana que comienza.