Bruno iba de prisa, como se había pasado el tiempo con Tino, cruzó frente a la iglesia. Se veía a lo lejos a la señora Marta esperándolo en el banco de los secretos.
-Buenas tardes, Señora Marta, disculpe mi atraso.
-No se preocupe llegué antes, le contestó ella.
Se sentaron en el banco de los secretos, Marta sacó de una bolsa de papel unas rosquillas. “Las hice para usted, pruébelas”. Bruno se sirvió una, “ricas e inigualables”, le dijo.
Bruno: ¿Cómo está usted señora Marta?
Marta: Bien de salud
Bruno: ¡Qué bien! La última vez, la noté algo especial.
Marta: Corté con una rutina que no era buena. Todos los días hablamos con unas amigas, las preguntas de siempre: ¿Cuántas horas dormiste? ¿cuánto tienes de presión? Mira, yo tengo tanto, ten cuidado con los fríos, el calor, te hacen mal porque la respiración se seca y te puedes refriar ¿cómo va el dolor de espalda? no hay que viajar si no hay un centro médico cerca.
Bruno: ¿Por qué dice que no era buena?
Marta: Bruno, Brunito, usted sabe y me lo pregunta. Le diré, que detrás de cada pregunta, el miedo, la invalidez imaginaria, el remedio como problema, la libertad restringida, a una calidad de vida ausente, sin contar los costos económicos.
Bruno: Asertivo, cuénteme ¿cómo está usted?
Marta: Me siento sola, mis amigas, al no hablar de achaques, se han alejado. Mis hijos no me valoran, “mamá eso no es así”. Usted conoce a mi marido, Marcelo, tampoco me pone atención. Le gusta leer y me dice a todas mis inquietudes: “no es para tanto”. Me siento sola.
Bruno: ¿Ha recibido alguna invitación de familia, amigos, centro adulto mayor, o algo parecido?
Marta: Sí, pero creo que algunas son por obligación y otras para llenar cupos.
Bruno: Familia que hay, cuénteme.
Marta: Mi esposo me invita siempre a ver un partido y luego a comer algo liviano. Qué hago en un partido, no entiendo nada. Mi hija que la visité vive en la costa, qué decir, en verano mucha gente y en invierno, mucho frío. Mi nieto tiene 6 años, me llama todos los días para que lo visite. No tengo la salud de antes para estar con niños y mi prima, una vez a la semana, me invita. No me gusta ir a su casa. Parece casa piloto y todo en su lugar. Además, la hermana de mi mamá, que tiene unos pocos años más que yo, siempre habla de cuando era chica, repertorio repetitivo.
Bruno: Amigos, qué pasa ahí.
Marta: Bueno, a veces exagero, no todas se han alejado. Creo que yo me he alejado. El motivo, siempre encuentro algo que no es como yo lo haría o diría y para que usted no me pregunte, le contaré. Me han invitado a yoga, gimnasia adulto mayor, baile entretenido, en la iglesia esa la que está al frente, a talleres. La verdad, mucho donde elegir: tejido, bordado, crochet, peluquería, repostería, y varias cosas más. Me llegan invitaciones de la Caja y la municipalidad para viajes adulto mayor.
Bruno: Le gustan las artes.
Martas: El profe Gabriel, que es actor, me invitó a una obra para un colegio. Le gustó mi actuación y me pidió que si quería seguir. Para serle sincera, me dió vergüenza. Aparte de los alumnos estaba mi familia, hasta Marcel. No sé cómo se colaron.
Bruno: Señora Marta, ¿puede decirme cuántos limones ve en ese árbol que está ahí?.
Marta: Déjeme cambiarme los lentes. Ahora sí, uno, dos… seis. Sí seis, segura
Bruno: Bien son seis. Entonces, ¿cuántos limones tiene el árbol?
Marta: Seis. Le dije que el árbol tiene seis.
Bruno: El árbol tiene veinte limones
Marta: Yo veo seis. Usted me dijo que sí, ¿cómo es eso?
Bruno: Le explico. Vengo seguido a esta plaza, forma parte de mi lugar de encuentro, por lo tanto, la conozco bien. Usted tiene razón y no la tiene. Usted ve seis por aquí y tiene catorce, por el otro lado que usted no ve; por lo tanto, tiene veinte limones.
Marta: Eso es trampa exclamó.
Bruno: No, Señora Marta, en psicología se llama percepción: solo vemos desde nuestro lugar. En ocasiones, influenciados por nuestra historia, existen imágenes con más de una figura. Podemos ver una mientras que familias, amigos, pueden ver otras figuras en la primera mirada. Después de una observación detallada podríamos ver la imagen con todas las figuras.
Marta: ¡Qué tiene que ver con la vida y mi soledad!
Bruno: La mirada de la familia es de percepción. Usted ve una parte. Es decir, de un detalle se generaliza una acción, una conducta hasta un sentimiento: “no me llama mi hija, ya no me quiere” o “no me quedó rico el guiso, no lo hago más”.
Marta: Entiendo, ¿cómo es entonces?
Bruno: Tratar de ver los limones que faltan, empatía, evidencia. No esperar el llamado, ir donde nace el llamado.
Marta: ¡Qué tarea!
Bruno: ¿Qué es lo más valioso que tiene usted ahora?
Marta: Bueno, claro, mi Marcelo, mis hijos, mis nietos, mi familia, mis amigos de hoy y los que estoy por conocer.
Bruno: Usted lo ha dicho este es el mejor tesoro de todos los tiempos
Marta: Sí, de todos los tiempos, le doy las gracias, le puedo pedir un favor y cierre los ojos por un momento hasta que le diga.
Pasó un breve momento. Bruno, con los ojos cerrados. Marta le dice: “sin abrir los ojos, dígame ¿cuántas rosquillas hay en la bolsa?“. Bruno pensó cinco, Marta le dijo siete: tres para usted dos, para Delfina y dos para su mamá, todas de distinto porte. Ahora puede abrir los ojos, quiero que me diga cuántos limones tiene el árbol. “Veinte”, le dijo Bruno. “¿Está seguro?” responde Marta. “Sí, muy seguro. Vengo seguido y sé que tiene veinte“. “He aprendido -dijo Marta- que todo cambia sin que nos demos cuenta“. “Sí“, dijo Bruno, “pero el árbol tiene 20 limones“. Marta extiende su mano y le muestra un limón. “¿No tendrá 19, y los cambios ocurren cuando no hay atención, cuando no se ve o cuando las personas quieren sorprender?”. Bruno sonrió por la lección aprendida. Marta le dio las gracias, se alejó un poco y se devolvió, y le dijo: “lleve este limón a casa para que recuerde que todas las personas, no importa la edad somos maestros”.
Un día para celebrar
Bruno entra a su casa, su esposa le pregunta, cómo le fue, bien le dice. Te traje la harina tostada y una rosquilla de la Señora Marta, te haré un resumen.
1.-Lo fisiológico es un deterioro normal a medida que pasan los años. Puede asumirse con una mirada de victimización o como una limitación. Esta última mirada, llevará a las personas a disfrutar la vida con sus fortalezas aun presente.
2.- Lo cognitivo
a.- La atención requiere concentración en el inicio, mantención y cierre.
La atención selectiva una sola acción.
La atención dividida más de una acción (caminar, comer, música, conversar).
b.- La memoria es la capacidad para almacenar información, recordarla voluntariamente (como gestiono esta información, la guardo, como la relaciono con algo que me es familiar, será menos difícil recuperar. Use su memoria todos los días con números, juegos visuales, recuerdo a corto plazo o ¿recuerda que almorzó hace tres días?).
3.– La Inteligencia es la capacidad de aprender a razonar, comprender ideas, entender emociones, tomar decisiones y adaptarse a los cambios.
Delfina mira a Bruno y le dice, pero esto es muy básico. Así es mi amor, responde Bruno. Todo está en los acontecimientos del día a día, saber la teoría no es importante; por lo tanto, lo importante es buscar y vivir sin importar la edad que diga tu certificado de nacimiento. Cada edad, te invita a reinventarte, a disfrutar a tu ritmo y así lograr una mejor calidad de vida.
Delfina mira a Bruno y le dice: “cuento contigo para mi calidad de vida”. Él le dice, “siempre por todo, lo que me quede de vida”. Se abrazan y se juntan tres corazones: Bruno, Delfina e Isidora que estaba en la puerta y en silencio.
Juan Alejandro Castro Guerrero, Psicólogo, Universidad las Américas sede Viña del Mar, Coordinador departamento socioemocional, colegio Jean Paget.
5 Comments
Muy entretenido, cálido y contiene muy buena orientación para desarrollarse en el día a día.
Felicitaciones
Me encantó la frase inicial que logra dar el ambiente “en el banco de los secretos”.
Excelente historia!
A través de una historia simple y sencilla, podemos apreciar nuestros problemas como adultos, a medida que avanza el tiempo.
Felicitaciones
Calidad de vida sin duda lo que todos merecemos El texto entrega una mirada sencilla y práctica con sentido real de lo que alguna vez hemos vivido en nuestra vida colocando al ser humano en las diferentes veredas de la vida objeto seamos capaces de empatizar y entender aquello que a veces no somos capaces de ver
Felicitaciones buen mensaje ,de fácil entendimiento y comprensión además entrega conocimiento empíricos desde el área psicológica
Saludos
Tercera Edad : etapa maravillosa que permite vivirla y disfrutarla en la medida que entendemos la importancia que tiene para recibir y sobre todo para entregar , Gracias por compartir el conocimiento y la enseñanza ,