Cuatrocientos sesenta y cuatro participantes, 365 miembros, entre ellos 54 mujeres votantes. Entre todos ellos dos obispos chinos propuestos por la Iglesia local “de acuerdo con las autoridades” y nombrados por el Papa. Estos son los números del próximo Sínodo sobre la sinodalidad que comenzará el próximo 4 de octubre en el Vaticano y que se desarrollará hasta el 29 del mismo mes. Serán cuatro semanas, marcadas por diversas citas, que verán a los cardenales, obispos, religiosos y laicos de todo el mundo reunidos en el Aula Pablo VI para trabajar a través de tabletas, con las cuales cada participante podrá votar, descargar y leer documentos “para evitar el derroche de papel“.
Este 21 de septiembre se publicó la lista “completa y definitiva” de los participantes y el calendario de los actos de la próxima asamblea. Los presentaron en la Sala de Prensa vaticana Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación y también presidente de la Comisión para la información, flanqueado por el padre Giacomo Costa, secretario especial de la asamblea, y monseñor Luis Marín de San Martín, subsecretario de la Secretaría general del Sínodo. Chile estará representado por monseñor Luis Fernando Ramos Pérez, Arzobispo de Puerto Montt, y monseñor Carlos Alberto Godoy Labraña, Obispo Auxiliar de Santiago.
Fueron muchos los momentos de oración para reafirmar la naturaleza, sobre todo espiritual, de un evento de discernimiento y escucha que es cualquier cosa menos – y vuelven de nuevo las palabras del Papa – un “parlamento” o una “tertulia“. Y precisamente para salvaguardar este aspecto, el Pontífice, como reiteró también en la reciente rueda de prensa en el avión desde Mongolia, desea una comunicación “respetuosa de las intervenciones de todos” y que “tratará de no ser charlatana, sino de decir justamente las cosas sobre el curso sinodal que son constructivas para la Iglesia“, para “transmitir el espíritu eclesial, no el político“.
En otras palabras – explicó el prefecto Ruffini – en respuesta a la pregunta de si ciertas intervenciones estarán cubiertas por el secreto pontificio, la comunicación del Sínodo “no entra tanto en la definición de secreto como en la de confidencialidad y privacidad, de sentirse parte por cada miembro de un colegio que tiene que elaborar la posición del Sínodo“.
El punto “hermenéutico“, según el presidente de la Comisión para la información es, por tanto, “comprender que el Sínodo es oración, un momento de discernimiento comunitario distinto de la suma de intervenciones individuales“. A los periodistas que preguntaron si, entonces, tendrán que perseguir a los padres y madres sinodales en los diversos colegios de Roma que los acogerán para obtener información, el Prefecto de la Comunicación dijo que esperen al Reglamento, aún en fase de aprobación, para comprender cómo se ofrecerá la comunicación, reiterando el máximo “compromiso” de proporcionar toda la información posible.
Volviendo al calendario, de forma más detallada, como explicó el padre Costa, todos los participantes la noche del 30 de septiembre, tras la vigilia ecuménica Together (“Juntos“) en la Plaza de San Pedro, se trasladarán a la localidad de Sacrofano para un retiro espiritual hasta el 3 de octubre.
Otros “pilares” serán después la inauguración solemne con misa celebrada por el Papa el miércoles 4 de octubre; misas diarias en el Altar de la Cátedra con todos los participantes; una peregrinación aún por definir el 12 de octubre; el 19 la oración “juntos” por los emigrantes y refugiados, “en la que al Papa le gustaría mucho participar” y el 25 de octubre el rezo del Rosario en los Jardines Vaticanos.
“Son los momentos que puntúan el desarrollo de la asamblea“, articulados en cinco módulos: los cuatro primeros sobre las distintas partes del Instrumentum laboris y la “sesión de conclusiones para debatir y afinar el informe y la síntesis“. En las sesiones de los Círculos menores, “los grupos trabajarán en profundidad“.
“El Papa – explicaron los relatores – tiene mucho interés en que no surjan voces individuales en contraposición, sino que invita a pasar de lo que cada uno en su oración y reflexión ha podido elaborar a un tejido común y a la posibilidad efectiva de confrontación“. El jesuita Costa explicó que habrá 35 grupos de 11 personas y un facilitador: 14 serán en inglés, 7 en español, 5 en francés, 8 en italiano y 1 en portugués. La mitad de la asamblea eligió el inglés como primera lengua, y el italiano como segunda.
En cuanto a las distintas participaciones, hasta ahora está confirmada la presencia asegurada del cardenal Louis Raphaël Sako, patriarca caldeo de Babilonia, que se vio obligado a abandonar Bagdad por problemas políticos, y el retiro del cardenal Luis Ladaria Ferrer, prefecto emérito del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que “pidió al Papa ser dispensado“.