El pasado domingo 3 de septiembre, la localidad ovallina de Sotaquí vivió una jornada emocionante con motivo de la Fiesta Chica en honor al Niño Dios. Miles de personas, entre peregrinos y agrupaciones provenientes de diferentes partes del país, se reunieron en esta histórica festividad, que fue presidida por el arzobispo René Rebolledo Salinas, en compañía del párroco y rector del santuario, Pbro. Juan Alvarado Elgueta.
La Fiesta Chica del Niño Dios de Sotaquí, celebración tradicional y profundamente arraigada en la comunidad, atrajo a devotos de todo el país que llegaron para cumplir sus promesas, ofrecer sus oraciones y acompañar a la sagrada imagen, en el acto principal, la santa eucaristía, como también la procesión.
Frente al santuario, los devotos integrantes de las diferentes expresiones religiosas y culturales, se congregaron y danzaron al son de bombos, platillos y flautas, demostrando su religiosidad a través de su arte y colorido.
El párroco Juan Alvarado Elgueta, quien asumió la parroquia a principios de este año, expresó su compromiso con la comunidad de Sotaquí y la organización de la Fiesta Chica: “Para mi esta celebración es una expresión religiosa que nos permite palpar un gran sentimiento de amor a nuestro Niño Dios y observar cómo miles de fieles se acercan para darle gracias por los favores concedidos. Es oportuno, además, felicitar a todos los que de una u otra forma colaboraron con su granito de arena en la organización de esta hermosa festividad”.
Esta fiesta marca la vigésima cuarta ocasión en que se celebra esta festividad menor en honor al Niño Dios, celebración que es preludio de dos eventos significativos en la historia de Sotaquí: El jubileo conmemorativo de los 150 años llegada de la sagrada imagen del Niño Dios, que tendrá lugar el 10 de diciembre de 2023, y la Fiesta Grande del 2024, en la que se celebrarán 150 años desde la primera fiesta pública en honor al Niño Dios de Sotaquí, que tuvo lugar el 6 de enero de 1874. Estos hitos históricos realzan la importancia de la tradición y la fe en esta comunidad, se sostiene, profundiza y manifiesta.
La celebración ha sido un testimonio de la fe y la tradición que perduran en esta hermosa localidad ovallina.