Gloria. Prefacio de los santos Mártires.
Día del Diácono.
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Sepan que el que siembra mezquinamente tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad cosechará abundantemente. Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras. Como dice la Escritura: «El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente». El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta también les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia. Palabra de Dios.
Comentario: San Pablo insiste en la necesidad de ser generosos y continúa en su campaña de la colecta. Por eso se esfuerza en iluminar a los corintios acerca de lo que significa la «gran lección de dar». Dios es el «dador» y nos ofrece los medios para ser generosos. Por eso les habla del servicio o comunión. Así, el que posee da al necesitado y es solidario haciéndose «servidor» de los demás.
R. Dichoso el que se compadece y da prestado.
Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos: su descendencia será fuerte en la tierra, la posteridad de los justos es bendecida. R.
Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rectitud. El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre. R.
No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor. Su ánimo está seguro, no temerá, hasta que vea derrotados a sus enemigos. R.
Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. R.
Aleluia. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida. Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús dijo a sus discípulos: «Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida la perderá; pero el que odia su vida en este mundo la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde Yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme será honrado por mi Padre». Palabra del Señor.
Comentario: Jesús expone, por medio de la parábola del grano de trigo que cae para dar fruto, su propia muerte. En efecto, hay toda una antítesis, es decir, no muere/muere; queda solo/da mucho fruto. La «salvación», sin duda, tiene un efecto universal que no busca dejar fuera a nadie.
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Gloria y honor a ti Señor Jesús… 🙏❤️✝️🇨🇱🙋🏻♂️