Prefacio de pastores.
Leccionario Santoral: 2Tim 1, 1-8 (o bien: Tit 1, 1-5); Sal 95, 1-3. 7-8. 10; Lc 10, 1-9.
LECTURA Heb 10, 19-25
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Tenemos plena seguridad de que podemos entrar en el Santuario por la sangre de Jesús, siguiendo el camino nuevo y viviente que él nos abrió a través del velo del Templo, que es su carne. También tenemos un Sumo Sacerdote insigne al frente de la casa de Dios. Acerquémonos, entonces, con un corazón sincero y llenos de fe, purificados interiormente de toda mala conciencia y con el cuerpo lavado por el agua pura. Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquél que ha hecho la promesa es fiel. Velemos los unos por los otros, para estimularnos en el amor y en las buenas obras. No desertemos de nuestras asambleas, como suelen hacerlo algunos; al contrario, animémonos mutuamente, tanto más cuanto que vemos acercarse el día. Palabra de Dios.
Comentario: El Autor enfatiza el hecho de que por la Sangre de Cristo el acceso a Dios ha sido posible. Cristo es el camino nuevo y vivo. Se llama “camino nuevo” porque ha sido abierto por Alguien que es sacerdote por el poder de vida incorruptible y porque este “Alguien” es el camino. Por eso, el cristiano ha de acercarse a Dios dejando de lado toda clase de prejuicios y con la total certeza de la fe. En efecto, lo realizado objetivamente por Cristo debe realizarse en lo posible en cada cristiano.
SALMO Sal 23, 1-6
R. ¡Felices los que buscan al Señor!
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes, porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las corrientes del océano. R.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente.R.
Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R.
ALELUIA Sal 118, 105
Aleluia. Tu palabra es una lámpara para mis pasos, y una luz en mi camino. Aleluia.
EVANGELIO Mc 4, 21-25
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús decía a la multitud: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!”. Y les decía: “¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene”. Palabra del Señor.
Comentario: El misterio del Reino de Dios es como todo misterio, ambivalente: tiene sus luces y sombras. Aquél que anuncia la Buena Noticia no puede hacer del “misterio” algo reservado a una casta eclesial o convertir el agua fresca del Evangelio en un fármaco mágico para darlo a una élite, porque le será quitado incluso hasta el propio “misterio”. Por lo tanto, la Buena Noticia es para todos y el esfuerzo de un conocedor de la Palabra de Dios es hacer posible que el Pueblo de Dios tenga acceso y comprensión del misterio. Aunque, a veces, implique riesgos en la verdad evangélica.
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GLORIA A TI SEÑOR JESÚS…