La mañana del 29 de noviembre concluyó el encuentro entre los Presidentes y Coordinadores de las Asambleas Continentales que se reunieron en Roma los días 28 y 29 de noviembre para preparar juntos las Asambleas Continentales, momento culminante de la segunda etapa del proceso sinodal 2021-2024. La reunión tuvo lugar en las oficinas de la Secretaría General del Sínodo.
“Siento gratitud y asombro. He escuchado el testimonio de una Iglesia viva“, expresó el Cardenal Mario Grech al concluir el encuentro. Luego añadió: “El intercambio de estos días muestra que el camino ya está bien encaminado y que tenemos mucho que aprender unos de otros. Tengo una gran esperanza en nuestra tarea, que es y sigue siendo ante todo la evangelización: el anuncio de la buena nueva de Jesucristo. Este es el camino sinodal. En este viaje no debemos tener miedo a las tensiones, que también pueden ser saludables. No debemos excluir a nadie y escuchar a todos. Incluso los que están fuera del recinto formal de la Iglesia, porque a veces la Iglesia está presente donde no pensábamos encontrarla”.
En la tarde del lunes 28 de noviembre de 2022, el Santo Padre Francisco recibió en audiencia a los participantes. Tras el saludo inicial del Cardenal Jean-Claude Hollerich, Arzobispo de Luxemburgo y Relator General de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, los Presidentes o Coordinadores de las Asambleas continentales se turnaron para presentar los frutos del proceso en curso en sus respectivos continentes o regiones, seguido de un tiempo de diálogo. La reunión, celebrada en un ambiente de gran fraternidad, duró dos horas.
Su Santidad, gracias por tomarse el tiempo de recibirnos y darnos sus consejos para el proceso sinodal.
Con la fase continental del proceso comenzamos nuestro discernimiento misionero. Con esta etapa del Sínodo estamos, de hecho, experimentando ya una primera dimensión universal del proceso. Esta etapa dice, en efecto, que las diferentes Iglesias no deben estar aisladas en su camino y que el diálogo circular de las asambleas continentales beneficiará a las Iglesias de todos los continentes.
Santidad, una sinodalidad que quiere ser católica necesita el cuidado y el consejo de Pedro. Le necesitamos, porque precisamos de una sana indiferencia que testimonie la libertad en el Espíritu, pero también porque notamos algunas tentaciones en este camino.
Y me gustaría hablar de una tentación que a veces vemos en los medios de comunicación: es la tentación de la “politización” en y de la Iglesia, es decir, vivir y pensar la Iglesia con la lógica de la política. Algunos tienen una agenda para la reforma de la Iglesia; saben muy bien lo que hay que hacer y quieren utilizar el sínodo para ello: esto es instrumentalizar el sínodo. Esto es la politización. En el lado opuesto están -tomando su palabra- los “indietristas” que no entienden que una verdadera tradición católica evoluciona sin dejar de ser una tradición en su tiempo. Ellos también quieren frenar el proceso sinodal. Nosotros, en cambio -y lo hemos escuchado esta mañana en nuestros trabajos-, queremos ser capaces de entrar en un verdadero discernimiento, un discernimiento apostólico, misionero, para que la Iglesia sinodal pueda llevar a cabo su misión en el mundo. Queremos caminar juntos, con usted y sobre todo con el Espíritu Santo y con Jesús, para reconstruir nuestra Iglesia.