LECTURA Tit 2, 1-7. 11-14
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a Tito.
Querido hermano: Debes enseñar todo lo que es conforme a la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, dignos, moderados, íntegros en la fe, en el amor y en la constancia. Que las mujeres de edad se comporten como corresponde a personas santas. No deben ser murmuradoras, ni entregarse a la bebida. Que por medio de buenos consejos, enseñen a las jóvenes a amar a su marido y a sus hijos, a ser modestas, castas, mujeres de su casa, buenas y respetuosas con su marido. Así la Palabra de Dios no será objeto de blasfemia. Exhorta también a los jóvenes a ser moderados en todo, dándoles tú mismo ejemplo de buena conducta. Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado. Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. Él se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificar¬nos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien. Palabra de Dios.
Comentario: La carta señala una serie de virtudes para poner en práctica de acuerdo con una sana doctrina. Son virtudes sen¬cillas y domésticas que hacen posible la convivencia de la comunidad como familia de Dios. Pero estas no se podrán llevar a cabo sin el poder o la gracia de Dios, que se ha manifestado en la encarnación de su Hijo Jesús para la salvación del hombre.
SALMO Sal 36, 3-4. 18. 23. 27. 29
R. La salvación de los justos viene del Señor.
Confía en el Señor y practica el bien; habita en la tierra y vive tranquilo: que el Señor sea tu único deleite, y Él colmará los deseos de tu corazón. R.
El Señor se preocupa de los buenos, y su herencia permanecerá para siempre. El Señor asegura los pasos del hombre en cuyo camino se complace. R.
Aléjate del mal, practica el bien, y siempre tendrás una morada, pero los justos poseerán la tierra y habitarán en ella para siempre. R.
ALELUIA Jn 14, 23
Aleluia. «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él», dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Lc 17, 7-10
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando éste regresa del campo, ¿acaso le dirá: «Ven pronto y siéntate a la mesa»? ¿No le dirá más bien: «Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después»? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: «Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber». Palabra del Señor.
Comentario: Muchos piensan que servir a Dios consiste en un tipo de cambio de comercio o de favores. Por tanto, si cumplimos con su mandato entonces merecemos recibir la recompensa. Pero Dios no está obligado a darnos un premio; por tanto, quien se siente en una amistad con Dios sale del plano de la ley o del mérito para entrar en el contexto del amor y de la confianza que suscita la propia amistad.