Semana 28ª durante el año. Feriado Nacional.
LECTURA Gál 4, 22-24. 26-27. 31—5, 1
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.
Hermanos: Está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de su esclava y otro de su mujer, que era libre. El hijo de la esclava nació según la carne; en cambio, el hijo de la mujer libre nació en virtud de la promesa. Hay en todo esto un simbolismo: estas dos mujeres represen-tan las dos Alianzas. La primera Alianza, la del monte Sinai, que engendró un pueblo para la esclavitud, está representada por Agar. Pero hay otra Jerusalén, la celestial, que es libre, y ella es nuestra madre. Porque dice la Escritura: “¡Alégrate, tú que eres estéril y no das a luz; prorrumpe en gritos de alegría, tú que no conoces los dolores del parto! Porque serán más numerosos
los hijos de la mujer abandonada que los hijos de la que tiene marido”. Por lo tanto, hermanos, no somos hijos de una esclava, sino de la mujer libre. Ésta es la libertad que nos ha dado Cristo. Manténganse firmes para no caer de nuevo bajo el yugo de la esclavitud. Palabra de Dios.
Comentario: San Pablo explicita la presencia de estas dos mujeres que representan a la Alianza: Agar, la esclava que sintetiza a la “Ley”; y Sara, la libre y que es la nueva alianza. Estas dos “iglesias” están cohesionadas por una misma promesa y realización en la persona de Cristo Jesús. Por eso el cristianismo no privilegia a ningún nacionalismo. En ese sentido, el Apóstol plantea que los cristianos no son hijos de la esclava sino de la que es libre.
SALMO Sal 112, 1-7
R. ¡Bendito sea el Nombre del Señor!
Alaben, servidores del Señor, alaben el Nombre del Señor. Bendito sea el Nombre del Señor, desde ahora y para siempre. R.
Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el Nombre del Señor. El Señor está sobre todas las naciones, su gloria se eleva sobre el cielo. R.
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que tiene su morada en las alturas, y se inclina para contemplar el cielo y la tierra? Él levanta del polvo al desvalido, alza al pobre de su miseria. R.
ALELUIA Cf. Sal 94, 8. 7
Aleluia. No endurezcan su corazón, sino escuchen la voz del Señor. Aleluia.
EVANGELIO Lc 11, 29-32
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: «Ésta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay Alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay Alguien que es más que Jonás». Palabra del Señor.
Comentario: Jonás, que se caracteriza por no ser dócil al Espíritu de Dios, logra que Nínive se convierta. Lo curioso es que el Profeta, por única vez, hace sin preámbulos o reclamos lo que Dios le pide. Dice Jesús que somos “una generación malvada”, porque, lamentablemente, no hemos convertido el corazón al Dios vivo. Es como si este se ha obnubilado con nuestra mala conducta y soberbia: ¿Cómo pedimos, entonces, una señal de fe si hemos cerrado el corazón, con nuestra actitud, al Señor?