El servicio gozoso de la fe que se aprende en la gratitud fue el mensaje central de la Catequesis del Papa Francisco, quien continuó reflexionando sobre la vejez a partir del relato de la curación de la suegra de Simón (Pedro), una mujer enferma que recibe la visita de Jesús, y su vida cambia. En este breve pasaje evangélico se pueden encontrar varias enseñanzas, de acuerdo a lo expuesto por el Santo Padre. En primer lugar, Jesús no va solo, sino acompañado de sus discípulos. Esto nos recuerda que son los miembros de la comunidad cristiana —familiares, amigos— quienes visitan, consuelan y ayudan a las personas mayores que atraviesan momentos de dificultad.
Para el Papa también son significativos los gestos que realiza Jesús y la actitud de esta mujer. Jesús se acerca a ella, la toma de la mano y hace que se levante, con delicadeza y ternura. Inclinándose ante quien lo necesita, Jesús revela su sensibilidad por los que sufren y anuncia la salvación. La suegra de Pedro, al verse curada, responde con gratitud y espíritu de servicio. Podemos decir que agradece los dones que ha recibido de Dios con fe y alegría, a través de obras concretas.
Francisco resaltó la importancia de que la comunidad asuma el cuidado de los ancianos, tal como lo hace Jesús, quien visita a la suegra de Pedro acompañado de sus apóstoles. “La visita a los ancianos debe ser hecha por muchos, juntos y con frecuencia. Nunca debemos olvidar estas tres líneas del Evangelio. Sobre todo hoy que el número de los ancianos ha crecido considerablemente, también en proporción a los jóvenes, porque estamos en este invierno demográfico, se tienen menos hijos y hay muchos ancianos y pocos jóvenes. Debemos sentir la responsabilidad de visitar a los ancianos que a menudo están solos y presentarlos al Señor con nuestra oración”, sostuvo.
Para el Pontífice la actitud de Jesús, al sanar a la anciana, demuestra que la vida siempre es valiosa, algo que se contrapone con la cultura del descarte, en la que se tiende a cancelar, ocultar o ignorar a los mayores, sin tomar el cuenta el valioso aporte que pueden entregar al mundos. “Los viejos tienen mucho que darnos: está la sabiduría de la vida. Mucho que enseñarnos: por esto nosotros debemos enseñar también a los niños que cuiden a los abuelos y vayan donde ellos. El diálogo jóvenes-abuelos, niños-abuelos es fundamental para la sociedad, es fundamental para la Iglesia, es fundamental para la sanidad de la vida. Donde no hay diálogo entre jóvenes y viejos falta algo y crece una generación sin pasado, es decir sin raíces”, manifestó.
Luego, el Papa explicó que la actitud de la mujer también transmite una enseñanza. Tal como dice el texto, ella, luego de ser curada, se levantó y se puso a servirles. “También como ancianos se puede, es más, se debe servir a la comunidad. Está bien que los ancianos cultiven todavía la responsabilidad de servir, venciendo a la tentación de ponerse a un lado. El Señor no los descarta, al contrario, les dona de nuevo la fuerza para servir”, afirmó el Santo Padre.
A su modo de ver, los mayores que conservan la disposición para la sanación, el consuelo, la intercesión por sus hermanos y hermanas, son el testimonio más elevado de pureza de esta gratitud que acompaña la fe: “Si los ancianos, en vez de ser descartados y apartados de la escena de los eventos que marcan la vida de la comunidad, fueran puestos en el centro de la atención colectiva, se verían animados a ejercer el valioso ministerio de la gratitud hacia Dios, que no se olvida de nadie. La gratitud de las personas ancianas por los dones recibidos de Dios en su vida, así como nos enseña la suegra de Pedro, devuelve a la comunidad la alegría de la convivencia, y confiere a la fe de los discípulos el rasgo esencial de su destino”.
Francisco cerró su catequesis con esta petición: “Por favor, hagamos que los viejos, que los abuelos, las abuelas estén cerca de los niños, de los jóvenes, para transmitir esta memoria de la vida, para transmitir esta experiencia de la vida, esta sabiduría de la vida. En la medida en que nosotros hacemos que los jóvenes y los viejos se conecten, en esta medida habrá más esperanza para el futuro de nuestra sociedad”.