Este martes 14 de junio, el Vaticano dio a conocer el Mensaje para la VI Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará en todo el mundo el 13 de noviembre de 2022. Durante la presentación, monseñor Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, recordó la carga de dolor y violencia que el conflicto de Ucrania produce y que constituye el telón de fondo del texto del Papa. El mensaje se enmarca en ese contexto, y lleva por título Jesucristo se hizo pobre por ustedes, palabras que el apóstol Pablo utilizó para dirigirse a los primeros cristianos de Corinto, con el fin de dar fundamento a su compromiso solidario con los hermanos necesitados y recordarnos que Jesús, “siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza”.

Monseñor Fisichella subrayó tres caminos indicados por el Papa para vivir una solidaridad responsable. El primero es rechazar cualquier forma de “laxitud que lleve a comportamientos incoherentes“, y dijo que este “es un tema que vuelve a menudo en el Magisterio del Papa porque es una condición cultural fruto de un laicismo exasperado que encierra a las personas en una muralla china sin sentido de la responsabilidad social, con la ilusión de vivir una existencia feliz pero que en realidad es efímera y sin fundamento“.

El segundo camino consiste en asumir la solidaridad como forma de compromiso social y cristiano, y cita las palabras de Francisco: “La solidaridad, de hecho, es precisamente esto: compartir lo poco que tenemos con los que no tienen nada, para que nadie sufra. Cuanto más crece el sentido de comunidad y comunión como forma de vida, más se desarrolla la solidaridad…“.

El tercer pasaje es la propuesta contenida en el título de esta VI Jornada Mundial de los Pobres:”Jesucristo se hizo pobre por vosotros“. Monseñor Fisichella recordó que esas palabras surgen a partir de una recaudación de fondos para apoyar a los pobres de la comunidad de Jerusalén, contexto que sirve para enfatizar que, tanto ayer como hoy, es importante dar continuidad a la generosidad. Para ello, dice que, “el testimonio de los cristianos debe estar sostenido por el ejemplo que dio el propio Jesús”: “la verdadera riqueza no consiste en acumular ‘tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido consumen y donde los ladrones entran y roban’, sino en el amor mutuo que nos hace soportar las cargas de los demás para que nadie quede abandonado o excluido” .

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