Santa María, Madre de Dios (S). Blanco.
Octava de la Navidad del Señor
Gloria. Credo. Prefacio de la Virgen María. Año Nuevo.
47º Jornada Mundial de la Paz: “La fraternidad, fundamento y camino para la paz”.
Los protagonistas impensados
Los protagonistas del evangelio de hoy son unos desconocidos pastores: a ellos los ángeles les revelan el nacimiento del Niño Jesús. En ese tiempo había mucha gente importante que esperaba el anuncio de la venida del Mesías porque conocían las escrituras y las profecías: sacerdotes, escribas, jefes del pueblo, nobles…
Sabemos cómo Herodes reaccionó frente a la noticia. Los grandes de este mundo, los que se creen indispensables en su ámbito social, empresarial o político, cuando reciben una información importante piensan cómo sacarle provecho para aumentar su poder y, si esto es imposible, cómo anular esa información.
Los secretos de Dios se revelan a los humildes ya que ellos los escuchan, mientras que los sabios y los prudentes son sordos a las cosas del espíritu. Para escuchar un secreto divino, hay que tener un corazón de niño, la humildad del pastor y la pobreza de quien lo espera todo de Dios porque no tiene nada.
Las personas con estas características obran rectamente, no parten de juicios teóricos, sino que se miran a sí mismas y a los demás con la sabiduría de los hijos de Dios porque escuchan su voz en el corazón. De allí es de donde salen todo el bien y todo el mal del que somos capaces.
No tenemos que estudiar la Biblia para saber qué hacer, sino leer la Palabra de Dios para escucharlo y dejarnos amar por él y amar como él a los demás. Los humildes cuando reciben un mensaje se alegran y van a contarlo a los demás llevando una buena noticia y no anuncios de castigos y calamidades…
Cada domingo, en la eucaristía comunitaria, Dios se comunica para darnos una buena noticia. También cada vez que leemos la Biblia o escuchamos a alguien que nos habla en nombre de Dios. Si recibimos mal esos mensajes, como algunos personajes en tiempos del nacimiento del Niño Dios, pueden convertirse en nuestro castigo por nuestra torpeza, a pesar de que son una buena noticia.
Los pastores fueron rápidamente… y encontraron a María, a José y al recién nacido (Lc 2, 16).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Hoy, continuando con el festejo del nacimiento de Jesús, la Iglesia celebra la maternidad de María. Dios eligió una madre para hacerse hombre y compartir nuestra historia. Esta liturgia resalta la participación de la Virgen en la obra de la redención y reafirma la humanidad de Jesús.
1ª LECTURA Núm 6, 22-27
Guía: Dios siempre quiere bendecirnos. Pero para ello debemos invocar su nombre.
Lectura del libro de los Números.
El Señor dijo a Moisés: “Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los israelitas. Ustedes les dirán: ‘Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz’. Que ellos invoquen mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré”.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 66, 2-3. 5-6. 8
R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
El Señor tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros, para que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria, entre las naciones. R.
Que canten de alegría las naciones, porque gobiernas a los pueblos con justicia y guías a las naciones de la tierra. El Señor tenga piedad y nos bendiga. R.
¡Que los pueblos te den gracias, Señor; que todos los pueblos te den gracias! Que Dios nos bendiga, y lo teman todos los confines de la tierra. R.
2ª LECTURA Gál 4, 4-7
Guía: San Pablo reafirma la humanidad de Jesús: nació de una mujer y se ajustó a la Ley.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley, para redimir a los que estaban sometidos a la ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abbá!, es decir: ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios.
ALELUIA Heb 1, 1-2
Aleluia. Después de haber hablado a nuestros padres por medio de los profetas, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo. Aleluia.
EVANGELIO Lc 2, 16-21
Guía: El evangelio muestra a María y José cumpliendo las prescripciones legales de su pueblo.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Los pastores fueron rápidamente adonde les había dicho el Ángel del Señor, y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en un pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban, quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Cristo, muerto y resucitado para nuestra salvación, es nuestra gran ofrenda al Padre. Unidos a él presentemos al Señor los gozos y las fatigas de todo este año que se inicia.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Jesús, el hijo de María, viene a nosotros en la eucaristía a darnos fuerza para recorrer el camino de este año que se inicia. Con alegría, vayamos a recibir el Pan de Vida.