LECTURA 1Ped 1, 10-16
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pedro.
Hermanos: La salvación ha sido el objeto de la búsqueda y la investigación de los profetas que vaticinaron sobre la gracia destinada a ustedes. Ellos trataban de descubrir el tiempo y las circunstancias señaladas por el Espíritu de Cristo, que estaba presente en ellos, y anunciaba anticipadamente los sufrimientos reservados a Cristo y la gloria que les seguiría. A ellos les fue revelado que estaban al servicio de un mensaje destinado no a sí mismos, sino a ustedes. Y ahora ustedes han recibido el anuncio de ese mensaje por obra de quienes, bajo la acción del Espíritu Santo enviado desde el cielo, les transmitieron la Buena Noticia que los ángeles ansían contemplar. Por lo tanto, manténganse con el espíritu alerta, vivan sobriamente y pongan toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando se manifieste Jesucristo. Como hijos obedientes, no procedan de acuerdo con los malos deseos que tenían antes, mientras vivían en la ignorancia. Así como Aquél que los llamó es santo, también ustedes sean santos en toda su conducta, de acuerdo con lo que está escrito: “Sean santos, porque Yo soy santo”. Palabra de Dios.
Comentario: San Pedro apela a la fidelidad y a la urgencia que la comunidad debe poner en su condición de cristianos: “sean santos, porque yo soy santo”, (Lev 11, 44). Sin duda que esto implica tomarse la vida con responsabilidad, como lo hizo el propio Jesús, cuya prueba de amor y fidelidad la plasmó hasta su crucifixión. Por eso, el cristiano ha de vivir este tiempo de la “espera” como tiempo ya de salvación.
SALMO Sal 97, 1-4
R. ¡El Señor manifestó su victoria!
Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
ALELUIA Cf. Mt 11, 25
Aleluia. Bendito eres, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños. Aleluia.
EVANGELIO Mc 10, 28-31
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Pedro le dijo a Jesús: «Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús respondió: «Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros». Palabra del Señor.
Comentario: El apóstol Pedro ve con preocupación el tema de la salvación y quién puede alcanzarla, ya que reconoce la tendencia del ser humano a acumular. Al respecto, Jesús afirma que la salvación es un don y que los “pobres” son herederos genuinos del Reino. Por eso quien ve cómo se concreta en la riqueza el poder y el dominio descubre en la “pobreza” la condición indispensable para seguir al Señor en su camino de servicio y de amor.