En este mes de diciembre, el Santo Padre ha dedicado su mensaje a los catequistas, reconociendo su labor como una auténtica misión y ministerio al servicio de la Iglesia. Francisco señala en el Video del Papa de diciembre que se trata verdaderamente de una vocación, ya que, en sus palabras, “ser catequista significa que uno ‘es catequista’, no que ‘trabaja de catequista’”.
En estos tiempos donde el mundo sufre muchos cambios, el Papa agradece el entusiasmo de aquellos bautizados que con un continuado esfuerzo y alegría transmiten la fe, a la vez que los alienta a seguir anunciando el Evangelio “con su vida, con mansedumbre, con un lenguaje nuevo y abriendo caminos nuevos”.
El Video del Papa de este mes muestra a catequistas y jóvenes trabajando en un mural. Con sprays y pinturas, decenas de niños y adolescentes -acompañados por sus catequistas- ayudan al artista italiano Paolo Colasanti (en arte Gojo) a reproducir una versión creativa de la escena del lavatorio de los pies, en una pared del oratorio de la parroquia romana de Nuestra Señora de Coromoto.
Ya en mayo de este año, Francisco había dado grandes señales hacia los catequistas al instituir su ministerio laical mediante el Motu Proprio Antiquum ministerium. A punto de terminar el 2021, el Santo Padre ratifica esta forma de servicio que se ha mantenido a lo largo de la historia de la Iglesia, en tanto sostiene que “el ministerio laical del catequista es una vocación, es una misión”. Todavía hoy, explica en el Video del Papa, se puede ver cómo “en tantas diócesis, en tantos continentes, la evangelización fundamentalmente está en manos de un catequista”, por eso “hace falta buenos catequistas que sean a la vez acompañantes y pedagogos”.
Ser catequista, enseña el Pontífice, no es un trabajo, se trata más bien de enseñar con paciencia, de acompañar, de anunciar la alegría del Evangelio “pero no con bocina”, sino con la propia vida, con mansedumbre, con valentía y creatividad.
Recemos por los catequistas, llamados a proclamar la Palabra de Dios: para que sean testigos de ella con valentía, creatividad y con la fuerza del Espíritu Santo.
Los catequistas tienen una misión insustituible en la transmisión y profundización de la fe.
El ministerio laical del catequista es una vocación, es una misión. Ser catequista significa que uno ‘es catequista’, no que ‘trabaja de catequista’. Es todo un modo de ser, y hacen falta buenos catequistas que sean a la vez acompañantes y pedagogos.
Hacen falta personas creativas que anuncien el Evangelio, pero que lo anuncien, no digo con sordina pero no con bocina, sino con su vida, con mansedumbre, con un lenguaje nuevo y abriendo caminos nuevos.
Y en tantas diócesis, en tantos continentes, la evangelización fundamentalmente está en manos de un catequista.
Demos las gracias a los catequistas, a las catequistas, por el entusiasmo interior con que viven esta misión al servicio de la Iglesia.
Recemos juntos por los catequistas, llamados a proclamar la Palabra de Dios: para que sean testigos de ella con valentía, con creatividad, con la fuerza del Espíritu Santo, con alegría y con mucha paz.
Papa Francisco – Diciembre 2021