En un videomensaje dirigido a América Latina, el Papa Francisco resaltó la importancia de vacunarse contra el coronavirus, acción a la que definió como “un acto de amor”. Al mismo tiempo, resaltó que se trata de un modo sencillo de promover el bien común y contribuir a un futuro mejor, tomando conciencia de la necesidad de cuidarnos unos a otros y especialmente a los más vulnerables. El agradecimiento y la bendición del Santo Padre se entrelazaron con una invitación a realizar un gesto que él compara con un grano de arena. Todos podemos, con la vacunación, cooperar en la construcción de un futuro mejor.
El mensaje difundido en el video es el siguiente: “Con espíritu fraterno, me uno a este mensaje de esperanza en un futuro más luminoso. Gracias a Dios y al trabajo de muchos, hoy tenemos vacunas para protegernos del COVID-19. Ellas traen esperanza para acabar con la pandemia, pero sólo si están disponibles para todos y si colaboramos unos con otros.
Vacunarse, con vacunas autorizadas por las autoridades competentes, es un acto de amor. Y ayudar a que la mayoría de la gente lo haga, es un acto de amor. Amor a uno mismo, amor a los familiares y amigos, amor a todos los pueblos. El amor es también social y político, hay amor social y amor político, es universal, siempre desbordante de pequeños gestos de caridad personal capaces de transformar y mejorar las sociedades (cf. Laudato si’, 231; Fratelli tutti, 184).
Vacunarse es un modo sencillo pero profundo de promover el bien común y de cuidarnos unos a otros, especialmente a los más vulnerables. Le pido a Dios para que cada uno pueda aportar su pequeño grano de arena, su pequeño gesto de amor, por más pequeño que sea el amor siempre es grande. Aportar esos pequeños gestos para un futuro mejor”.