Un día después que la Conferencia Episcopal criticara la medida que, como parte del Plan Paso a paso, endurecía las restricciones para las comunas que se encuentren en fase 2, prohibiendo la celebración de ceremonias religiosas con presencia de fieles, el gobierno anunció que se permitirá su realización, con un máximo de 20 personas en lugares abiertos y 10 en espacios cerrados.
“Dada la importancia espiritual de éstos para una parte significativa de la ciudadanía y la proximidad de Semana Santa, es que el Gobierno permitirá en fase 2 la realización de ceremonias de culto en lugares abiertos con un máximo de 20 personas y un máximo de 10 personas en espacios cerrados”, dice el comunicado difundido el domingo.
Además, se detalló que “estos aforos podrán ser implementados durante los días que se realicen los cultos en comunas que estén en Fase 2 del Plan Paso a Paso, de lunes a domingo. Cuando se concurra un sábado, domingo o festivo, los asistentes deberán portar sus permisos de desplazamiento“.
“El Gobierno hace un llamado a todos quienes ejercen algún tipo de autoridad religiosa o de fe en distintos cultos, para que las actividades idealmente se realicen de manera telemática y que quienes deban concurrir a una iglesia o recinto, lo hagan cumpliendo estrictamente la normativa sanitaria”, concluye el comunicado.
El sábado 13 de marzo, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile dio a conocer una declaración en la que acusaba discriminación por parte del gobierno ante la prohibición de celebrar ceremonias religiosas en las comunas que se encuentren en Fase 2 del plan Paso a Paso, con excepción de los funerales.
Los obispos criticaban el hecho de que el Gobierno “haya escuchado ni atendido el clamor de las instancias de fe, y termine sancionando una norma que resulta discriminatoria y contraria a la libertad religiosa de la que nuestro país se siente orgulloso”, por lo que solicitaban a las autoridades que “se establezca, cuanto antes, una mesa de diálogo formal con todas las confesiones, que permita llegar a normas y disposiciones que no contradigan la libertad religiosa”.
“La autoridad conoce las extremas cautelas que hemos adoptado en las celebraciones de fe los aforos que hasta ayer se reducían a 10 personas en espacios cerrados y 20 en espacios abiertos, de lunes a viernes. Resulta del todo incomprensible por qué se nos niega una mínima reunión de carácter espiritual, mientras se permite el funcionamiento de diversas otras actividades que contemplan mayores conglomerados y flujos”, se afirmaba en un documento que llevaba la firma de los representantes del episcopado nacional.
“La Iglesia Católica, como otras confesiones religiosas, ha asumido como propia la tarea común de cuidarnos y evitar contagios y, cumpliendo todas las normativas vigentes. En razón de ello, nos hemos visto forzados a restringir, por el cuidado del bien común, la participación de fieles en las ceremonias religiosas, fuente de esperanza y consuelo ante el dolor y la incertidumbre, siendo para muchas personas el único refugio”, recuerda la declaración, agregando que la libertad de culto y de práctica de la fe religiosa es un factor social esencial de una democracia moderna y para la consecución del bien común”, manifestaban.