Motivación de entrada
La solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús fue instituida cuando el mundo cristiano pasaba por un enfriamiento general en sus relaciones con Dios, hasta el punto de desconocer su amor misericordioso. La Iglesia, con esta fiesta, nos invita a considerar el infinito amor de Dios, revelado en Cristo, amor que solicita la respuesta de un amor generoso y entregado.
Acto penitencial
Ponemos ante el Señor todas nuestras faltas de amor para con él y nuestros hermanos; las omisiones que nos han impedido ayudar al prójimo más necesitado; y todo lo que nos ha hecho dudar de su amor de Padre.
Oración colecta
Que animados por el gran amor que Dios nos tiene, podamos sacar de la fuente de su corazón dones abundantes de vida
LECTURAS CICLO A
Primera lectura: Deuteronomio 7, 6-11.
El Señor, a través de Moisés, nos recuerda que nos ha escogido porque nos ama y mantiene su alianza para siempre, pero exige nuestra fidelidad.
Segunda lectura: 1 Juan 4, 7-16.
El apóstol Juan nos hace la maravillosa revelación: Dios es amor, nos ama, nos ha enviado a su Hijo para revelarnos concretamente ese amor y quiere que permanezcamos en él.
Evangelio: Mateo 11, 25-30.
Jesús, manso y humilde de corazón, revela los secretos del Reino a los pequeños, a los cansados, a los oprimidos. En él encontramos nuestra paz.
Oración de los fieles
Presentación de las ofrendas
Hoy presentamos los dones del pan y del vino con los mismos sentimientos de Cristo, pidiendo pan para todos los hogares, pero dispuestos a hacernos pan amoroso, como Cristo, para nuestros hermanos.
Comunión
Comulgando con nuestros hermanos, pedimos poderlos amar con los mismos sentimientos de Cristo.
Despedida
De esta fiesta nace (o debe nacer) un compromiso efectivo: con su amor hacia nosotros, Cristo nos muestra cómo debemos amarnos entre nosotros para ser sus testigos creíbles.