Con una misa para conmemorar el Día del Trabajador, concelebrada por los obispos Celestino Aós, Alberto Lorenzelli y el vicario de Pastoral Social Jorge Muñoz SJ, la Iglesia de Santiago hizo un llamado al Gobierno, organizaciones laborales y sindicales para unir sus capacidades y voluntades y velar así por una vida digna y justa para todos, recordando en palabras del vicario “que no hay ningún otro criterio más importante que poner a la persona y su bien al centro”.
Frente a la pandemia por el Covid-19 que ha atacado nuestra salud y también nuestra estructura económica, el padre Jorge Muñoz, en su homilía, llamó a poner atención a las medidas que se están tomando para evitar la precarización de los trabajadores a costa de cuidar otros intereses. “La pérdida del empleo se ha disparado y casi la mitad de la población activa mundial podría llegar a perder los medios de vida, son esas personas las que requieren más que nunca la voz de una persona que las apaciente” dijo, además recordó la labor que cumple la Vicaría de Pastoral Social como “una voz amiga, una voz solidaria, una voz valiente y que no deja de defender sus derechos”.
En su mensaje, el padre Muñoz también reconoció y agradeció la importante labor que cumplen los trabajadores con empleos críticos para el funcionamiento de la sociedad, poniendo en el centro a los rostros del trabajo, que tal como señaló han sido “verdaderos servidores públicos”, como los trabajadores de la salud, recolectores de la basura, choferes de locomoción pública, repartidores de alimentos y feriantes. Fue enfático en la urgencia de “hacer esfuerzos para que a nadie le falte sustento, lo básico para la vida”.