El 26 de enero se celebrará por primera vez el Domingo de la Palabra de Dios, iniciativa propuesta por el Papa Francisco el 30 de septiembre de 2019 a través de la Carta Apostólica en forma de Motu Propio Aperuit illis. Este Domingo de la Palabra de Dios tiene como fin reavivar la responsabilidad que los creyentes tienen en el conocimiento de la Sagrada Escritura y en mantenerla viva mediante un trabajo de transmisión y comprensión permanente, capaz de dar sentido a la vida de la Iglesia en las diversas condiciones en las que se encuentra.
“Que el III Domingo del Tiempo Ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios. Será importante que en la celebración eucarística se entronice el texto sagrado, a fin de hacer evidente a la asamblea el valor normativo que tiene la Palabra de Dios. En este domingo, de manera especial, será útil destacar su proclamación y adaptar la homilía para poner de relieve el servicio que se hace a la Palabra del Señor”, planteaba el Papa en el documento.
El domingo 26, a las 10 de la mañana, Francisco presidirá la sagrada eucaristía en la basílica de San Pedro. Al final de la celebración, el Santo Padre hará un gesto simbólico: entregará la Biblia a 40 personas que representan diversas expresiones de nuestra vida cotidiana: del obispo al extranjero, del sacerdote al catequista, de las personas consagradas al policía y a la guardia suiza, de los embajadores de los distintos continentes a los profesores universitarios y a los maestros de escuela primaria y secundaria, de los pobres al periodista, del gendarme al preso que cumple la pena de cadena perpetua en estado de libertad condicional, de algunas familias a Nicolò Zaniolo en representación de los deportistas; también la recibirán un representante de las Iglesias ortodoxas y de las comunidades evangélicas.
Además, a la salida de la basílica, todos los participantes recibirán una edición especial de la Sagrada Escritura, publicada para la ocasión y ofrecida por la generosidad de Ediciones SAN PABLO, de acuerdo a las palabras de monseñor Rino Fisichella, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. “En resumen, a todos se les entregará la Sagrada Escritura para indicar la atención que estamos llamados a conceder a la Palabra de Dios, para que no quede como un libro en nuestras manos, sino que se convierta más bien en una continua llamada a la oración, la lectura, la meditación y el estudio. Este domingo, quiere llamar a todos los cristianos a no dejar la Biblia como uno de los muchos libros en el estante de casa, quizás lleno de polvo, sino como un instrumento que despierte nuestra fe”, precisó.
El logo de esta celebración representa una escena bíblica: el camino de los discípulos de Emaús, cuando en un momento dado del trayecto se acerca Jesús Resucitado. El icono – obra de Sor Marie-Paul Farran, una monja egipcia que pasó toda su vida en el monasterio benedictino de Notre-Dame du Calvaire en Jerusalén, fallecida el pasado mes de mayo, y que Giordano Redaelli realizó gráficamente para las Ediciones SAN PABLO– destaca muchos aspectos que convergen en el domingo de la Palabra de Dios.
En el logotipo se pueden observar, en primer lugar, los personajes. Junto al Cristo que tiene en sus manos el “pergamino del Libro”, es decir, la Sagrada Escritura que se cumple en su persona, están los dos discípulos: Cleofás, como escribe explícitamente Lucas, y, según algunos exégetas, su esposa. Los dos rostros de los discípulos están vueltos al Señor: la mano izquierda de la mujer indica a Cristo mismo, para afirmar que Él es el cumplimiento de las antiguas promesas y la Palabra viva que debe ser anunciada al mundo; la mano izquierda de Cleofás indica el camino que los discípulos deben recorrer para llevar a todos la buena nueva del Evangelio.
Los invitamos a vivir este domingo en el espíritu propuesto por Francisco: “Que el domingo dedicado a la Palabra haga crecer en el pueblo de Dios la familiaridad religiosa y asidua con la Sagrada Escritura, como el autor sagrado lo enseñaba ya en tiempos antiguos: esta Palabra «está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca, para que la cumplas» (Dt 30,14).” (Aperuit illis, n. 15)”. Un domingo, pues, a través del cual podemos redescubrir quiénes somos y qué responsabilidad tenemos en la Iglesia y en el mundo de hoy.
Pueden leer completa la Carta Apóstolica en forma de Motu Propio Aperuit Illis en este link.