La fiesta de la Candelaria se celebra el 2 de febrero, en recuerdo del pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén (Lc 2, 22-39) y la purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento (Lev 12, 1-8).
Es conocida con diversos nombres: Presentación del Señor, Purificación de María, Fiesta de la Luz y Fiesta de las Candelas.
Cristo, luz del mundo, al ser presentado por su madre en el Templo, viene a iluminar a todos como una vela encendida o candela, de donde deriva el nombre Candelaria que recibe la Virgen María, advocación originaria de Tenerife (islas Canarias), al suroeste de España, en el siglo XV. De allí se extiende a casi toda España y con la Conquista llega a Latinoamérica.
En nuestro país, uno de los primeros lugares de culto a la Candelaria es la Iglesia de San Antonio, isla Mancera, en Valdivia, de la cual existen registros que datan del año 1645, manteniéndose en la actualidad.
En el norte se celebra en Copiapó, donde es declarada patrona de los mineros, y cada año congrega a miles de fieles llegados de toda la región circundante. La festividad se remonta a 1778, cuando el arriero Mariano Caro Inca encuentra la imagen en la cordillera, cerca del salar de Maricunga. El milagroso hallazgo atrae a los peregrinos, lo que motiva al párroco a construir un santuario en 1800. Con el tiempo, la fiesta se ha constituido en un referente indiscutido de la religiosidad popular de la Región de Atacama.
También es celebrada en Mincha, San Pedro de la Paz, Rahue, Riachuelo, Carelmapu y Quellón, donde la Candelaria, patrona de las regiones de Atacama, del Maule y de Los Lagos, ilumina, protege y bendice a sus devotos, mostrando el camino que nos lleva a Jesús.
En este tiempo del merecido descanso anual, no nos olvidemos de Dios. Acudamos, donde se pueda, a misa, a una celebración de la Palabra o recemos juntos en casa. Que tengan unas felices y reparadoras vacaciones en familia.
En Jesús, María y Pablo,
El Director