Nace en Pietrelcina (Italia) en 1887, en un hogar de humildes campesinos, de una profunda piedad mariana. Su nombre de pila es Francisco. A los 16 años entra en los capuchinos y toma el nombre de fray Pío.
En 1910 es ordenado sacerdote, a los 21 años. Desea ir de misionero, pero sus pulmones están seriamente dañados. Los médicos le pronostican poco tiempo de vida. En 1911 es curado por la Virgen. En 1916 pasa al convento de Santa María de las Gracias, en Gargano, donde inicia su extraordinario apostolado del confesionario.
Se convierte en blanco de calumnias, recibe infamantes inspecciones canónicas y se le prohíbe celebrar misa por varios años. Encuentra su fuerza en la oración y en la eucaristía. El 22 de septiembre de 1918 recibe los estigmas (llagas) durante cincuenta años. Dedica a la Virgen su obra “Casa Alivio del Sufrimiento”, con instrumental sanitario de última generación. La Casa mantiene enlaces con los principales centros de investigación de todo el mundo y realiza unas 70.000 hospitalizaciones al año.
El padre Pío muere el 23 de septiembre de 1968, con 81 años. Es declarado venerable en 1997, beatificado en 1999 y canonizado en el 2002.