José Melchor, su nombre de pila, nace en Riese (Italia) en el año 1835, de familia humilde. Recibe la comunión a los 11 años, y pronto siente el llamado al sacerdocio. Su párroco le consigue una beca e ingresa en el seminario, donde destaca por su aplicación y conducta. En el año 1858 es ordenado sacerdote. Desempeña diversos cargos, cada uno de los cuales dura nueve años: vicepárroco, párroco, canónigo, director espiritual del seminario, obispo, patriarca de Venecia y cardenal.
En el año 1903 es elegido Papa, con el nombre de Pío X, el único cargo en que dura 2 años más que en los anteriores. Es uno de los grandes Papas. Su lema: “Restaurar todo en Cristo a fin de que Cristo sea todo y esté en todo”.
Es el Papa de la Eucaristía: recomienda comulgar incluso a diario y adelanta la primera comunión de los doce a siete años. Promueve la catequesis y escribe el llamado Catecismo de Pío X. Corren tiempos difíciles; pero él sentencia: “No podemos temblar por el futuro de la Iglesia. Su fuerza es divina… y contamos con la experiencia de siglos”.
Pasa al banquete eterno el 20 de agosto del año 1914, llevando la triple corona de la pobreza, la humildad y la bondad.