Ubicada en la calle Antonio Tirado, forma un armonioso conjunto arquitectónico con el edificio del Colegio San Viator.
Exteriormente, el templo destaca por su estructura moderna, de concreto armado, líneas rectas, con ventanales románicos provistos de vitrales de colores.
El campanario, de 70 m de alto, sobresale y llama la atención desde cualquier punto de la ciudad.
En la parte superior de la puerta de entrada se observa un original fresco que representa a un Cristo crucificado, fusionado con la figura de san Francisco de Asís.
Una vez que se accede al templo, a la derecha de la entrada principal cuenta con una pequeña sala con la pila bautismal y al lado izquierdo un velatorio para servicios fúnebres.
La construcción es de tres naves y el cielo es semicircular, terminando en el altar mayor ubicado bajo una media cúpula, decorada con un fresco que representa el relato de la Transfiguración del Señor, con la figura de Cristo resucitado como elemento principal, la presencia de los profetas Moisés y Elías a cada costado y, en la parte baja, los apóstoles Pedro, Santiago y Juan (Mt 17, 1-9); al costado izquierdo se observa la expulsión de Adán y Eva del paraíso; y en el extremo derecho, las dolorosas Marías: la de Magdala y la madre de Jesús, llorando frente a la cruz vacía. Todo este arte, de figuras humanas estilizadas, incluidas las 14 estaciones del Vía Crucis, ubicado en los muros laterales altos, es obra del P. Juan José Meyers.
1952: en el mes de mayo, es colocada la primera piedra.
1961: en septiembre, es erigida como parroquia. Su primer párroco es el padre Celeste Baestens, de la Orden de los Franciscanos belgas.
1962: llegan, desde Viña del Mar, los clérigos de san Viator, originarios de España, quienes se hacen cargo del Colegio.
1980: los clérigos de san Viator asumen la parroquia, cuando los franciscanos emigran, luego de haber estado por 33 años en Ovalle.
La Parroquia entrega servicio pastoral a un amplio sector de la ciudad, incluidas algunas capillas en las poblaciones Villalón, Carmelitana, Limarí, Romeral y Villa Tuquí, además de las iglesias de Huamalata, Villa Seca y Samo Bajo.