Con el fin de escucharlos, recomponer confianzas y sanar heridas, la tarde de este jueves, en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Providencia, Monseñor Celestino Aós sostuvo una reunión con los sacerdotes Eugenio de la Fuente, Alejandro Vial y Sergio Cobo, quienes el año pasado viajaron a Roma a encontrarse con el Papa Francisco.
Al finalizar el encuentro, el nuevo Administrador Apostólico expresó: “He querido venir aquí para saludar a estos hermanos sacerdotes, que se formaron aquí, y que han sufrido y padecido todos los procesos, todos los dolores que ustedes bien conocen. Yo he querido venir a saludarles y a compartir con ellos. Los abusos por desgracia fueron importantes y tenemos que reconocerlo, pero no son exclusivos de Fernando Karadima. Cada vez que se comete una maldad, cada vez que se comete un pecado, cada vez que se abusa de otro, tenemos que reaccionar ante eso. Nosotros estamos reaccionando ante estos hechos que ocurrieron (…) y queremos que no vuelvan a ocurrir jamás, pero todos los abusos que hay en Chile, los abusos de violencia, los abusos de corrupción, los abusos de manipulación de la sexualidad, de la afectividad, todos son rechazables”.
Sobre los temas tratados en la reunión, el obispo señaló que “conversamos de los procesos que estamos viviendo y de esta realidad de cómo somos una Iglesia, somos un presbiterio. En la mañana estuve reunido con todo el presbiterio y (planteamos) este sentido de Iglesia, en el que todos y cada uno somos responsables de todos y cada uno. Debemos tener esa conciencia clara y nueva”.
Monseñor Aós añádió: “Hablamos también, indudablemente, de cómo nosotros podemos colaborar como hermanos para interiorizar el camino de nuestra vida. Cada uno de nosotros va teniendo su historia, su biografía y quién de nosotros no ha llorado. Quién de nosotros no ha hecho llorar, por desgracia, a otros. Entonces, se trata de no quedarnos ahí en el pasado, lamiendo nuestras heridas, sino decir, cómo voy a avanzar y juntos construir el futuro”.
En tanto el sacerdote Sergio Cobo valoró el encuentro con el nuevo administrador y expresó: “Es una alegría poder estar con el administrador apostólico, que nos haya invitado. Poder llegar a este lugar que ha sido testigo de tantísimo dolor para tantas personas, para tantas víctimas. Ser escuchados por don Celestino, por supuesto es muy esperanzador, poder intercambiar con él estas ideas. Nuestra idea es también comprometernos con la labor que va a hacer el obispo en la diócesis para poder empezar esta nueva etapa y hacernos cargo finalmente de todo el dolor que hay por los abusos, de poner los medios, de reparar, es la idea”.
Agregó que: “Estamos conformes con el fallo. Nos parece que la justicia haya fallado como falló y que se reconozca el dolor, se reconozca también la negligencia que ha habido en esto, es realmente un aporte a la reparación y a la justicia de quienes han luchado tanto por el tema de los abusos”.
Tras el punto de prensa, el obispo celebró la Eucaristía y habló a los fieles de la comunidad parroquial de El Bosque: “No nos olvidemos que la Cruz no es el final. Viene la resurrección. Que el pecado, el odio y la maldad no es final porque el amor es más fuerte. Ustedes que son el Pueblo de Dios, esta tarde renueven también su compromiso – a pesar que puedan sentirse desfigurados y maltratados – saber que en el sufrimiento la Cruz no es el final. Entonces se renueva nuestra esperanza y nos damos cuenta que Él nos envía para que amemos aquí y ahora. No esperemos que cambien los tiempos sociales, que cambie el Papa o llegue un nuevo obispo, o sacerdote. Hoy aquí al Pueblo Santo de Dios, el Señor nos dice: vayan esto les mando, ámense como hermanos”.