Se denomina popularmente Misa de Gallo a la misa que se celebra en la medianoche (o poco antes) de Navidad. Con esta Eucaristía se recibe al día de Navidad como la conmemoración del nacimiento de Jesús.
El Papa Sixto III introdujo en Roma la costumbre de celebrar en Navidad una vigilia nocturna, a medianoche, mox ut gallus cantaverit, (“en seguida de cantar el gallo”), en un pequeño oratorio, llamado ad praesepium, (“ante el pesebre”), situado detrás del altar mayor de la Basílica de Santa María la Mayor. La expresión “Misa del gallo” se debe a que los antiguos romanos denominaban el canto del gallo al comienzo del día, a la media noche.
Terminada la misa, en la cual sólo comulgaba el Papa, presidía el solemne oficio de la noche en la Basílica de San Pedro. La celebración Eucarística comienza con una invitación instante y urgente a la alegría: Alegrémonos todos en el Señor, porque nuestro Salvador ha nacido en el mundo.
Con los años, la Misa del Gallo se trasladó al Vaticano y comenzó a ser replicada en todas las iglesias del mundo en la vigilia de Navidad, como una tradición sagrada y festiva de la Cristiandad occidental. Desde el Concilio Vaticano II (1962) se decidió que esta misa fuera celebrada un par de horas antes de la medianoche para dar tiempo a que los fieles pudieran llegar a casa y celebrar la Navidad exactamente a las 12 de la noche. Y tú, ¿vas a asistir a Misa esta noche?