En tiempos complejos para la Iglesia, resulta muy bueno leer acerca de quienes verdaderamente han trabajado por Cristo y para Cristo. Personas que han asumido el Evangelio y han sido capaces de encontrar a Jesús entre los necesitados. Sobre todo en el rostro sufriente del hermano. En ese sentido, Madre Teresa de los Pobres, escrito por José Luis González-Balado y su esposa Jane Nora Playfoot Paige, no viene a redescubrir la historia de la fundadora de las Misioneras de la Caridad, sino a acercarnos a una figura contemporánea que encontró, en el servicio a los pobres entre los pobres, la manera de llevar a la práctica las enseñanzas del Señor.
Publicado en el transcurso del año de la Misericordia, con motivo de la canonización de la Madre Teresa, la obra captura la esencia de lo que es el legado y el trabajo que la Santa desarrolló en Calcuta, y que luego fue replicado en diferentes partes del mundo. Su vida es narrada, con una sencillez y calidez, que permite ver las acciones de la Madre Teresa de primera fuente, puesto que los autores del libro tuvieron la posibilidad de conocerla y compartir con ella en vida. Palabras como humildad, esfuerzo, misericordia y entrega a Dios adquieren una dimensión nueva, distinta, en la medida que cada una de ellas se refleja en hechos concretos, que sirven para profundizar un mensaje de trabajo y entrega por los demás, que no es fácil de asumir.
Los autores cuentan su experiencia con la Madre Teresa y abordan en su primera mitad la vida de la Madre, narrando sus primeros años en Albania, para luego ahondar en su crecimiento espiritual y preocupación por los pobres, consecuencias ambas de la formación y ejemplo recibido de sus padres. Asimismo, surge su interés por servir a Dios en medio de su trabajo en Calcuta -como parte de las hermanas de Loreto-, cuando siente el llamado que la llevó a dejarlo todo y comenzar a recorrer las calles de la ciudad para: enseñar a los niños, atender a los moribundos y asistir a los leprosos. A contar de ahí se le unen sus primeras colaboradoras, impulsadas por el ejemplo y la fe. Y tal vez ese sea el mensaje más importante que podemos encontrar en el desarrollo y expansión de la obra de la Madre Teresa: una fe que se convierte en acción, que se complementa con hechos, para acoger a los sufrientes, los necesitados, los moribundos, los enfermos, y los niños abandonados.
La segunda parte del libro permite conocer más acerca del pensamiento de la Madre Teresa. Los lectores tienen la oportunidad de encontrar sus escritos y exposiciones realizadas en conferencias o entrevistas, que reflejan su forma de pensar, y que sirven para asentar su legado apostólico: “el servicio”.
Una vez más, Madre Teresa de Calculta nos habla de una forma de construir Iglesia que une voluntades tras un propósito, trabajando con alegría, humildad y empeño en llevar a la práctica el Evangelio. Su testimonio de vida es un signo perenne de que el Bien siempre atrae, seduce y posee una dimensión sanadora. En palabras del Papa, en esta obra encontramos esa Iglesia que no se mira a sí misma, sino que sale a las periferias existenciales para encontrarse con las personas que la necesitan, que están ávidas de consuelo y anhelan encontrar en la Palabra el rostro amable de Jesús, que los acoge y los acompaña.
Rodrigo Miranda Sánchez