Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina de Chile (S). Blanco.
Gloria. Credo. Prefacio de la Virgen María II.
1ª LECTURA 1Rey 18, 1-2. 41-46
Guía: El pueblo ha vuelto a Dios, y Dios, a través del profeta Elías, le hace el don del agua. La liturgia aplica a María la visión de la “nubecilla” divisada desde el Carmelo, fuente de nueva vida para Israel y el mundo.
Lectura del primer libro de los Reyes.
Al tercer año, la palabra del Señor llegó a Elías, en estos términos: “Ve a presentarte a Ajab, y yo enviaré lluvia a la superficie del suelo”. Entonces Elías partió para presentarse ante Ajab y le dijo: “Sube a comer y a beber, porque ya se percibe el ruido de la lluvia”. Ajab subió a comer y a beber, mientras Elías subía a la cumbre del Carmelo. Allí se postró en tierra, con el rostro entre las rodillas. Y dijo a su servidor: “Sube y mira hacia el mar”. Él subió, miró y dijo: “No hay nada”. Elías añadió: “Vuelve a hacerlo siete veces”. La séptima vez, el servidor dijo: “Se eleva del mar una nube, pequeña como la palma de una mano”. Elías dijo: “Ve a decir a Ajab: Engancha el carro y baja, para que la lluvia no te lo impida”. El cielo se oscureció cada vez más por las nubes y el viento, y empezó a llover copiosamente. Ajab subió a su carro y partió para Izreel. La mano del Señor se posó sobre Elías; él se ató el cinturón y corrió delante de Ajab hasta la entrada de Izreel. Palabra de Dios.
Comentario: En los tiempos de Elías no era un misterio que el Carmelo fuera conocido como un lugar santo, dedicado a las distintas divinidades. Ahora, el profeta pone en una disyuntiva al pueblo: tendrán que elegir entre el dios Baal o al Dios único al cual el rey David erigió un altar en ese mismo monte.
SALMO Sal 129, 1-8
R. En el Señor se encuentra la misericordia.
Desde lo más profundo te invoco, Señor. Señor, oye mi voz! Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria. R.
Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir? Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas temido. R.
Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra. Mi alma espera al Señor, más que el centinela la aurora. R.
Como el centinela espera la aurora, espere Israel al Señor, porque en él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia: él redimirá a Israel de todos sus pecados. R.
2ª LECTURA Gál 4, 4-7
Guía: El texto de Pablo nos presenta a María en otro momento estelar de la historia de la salvación: a la espera de la venida del Espíritu Santo, ella asiste, anima y ora con los Apóstoles en el Cenáculo.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios. Palabra de Dios.
Comentario: Los Gálatas, antes de su conversión, practicaban el culto idolátrico sobre todo en el cumplimiento de la Ley. Las idolatrías de hoy también esclavizan: culto al dinero, el consumismo, el sexo, el poder. San Pablo anuncia que el Espíritu del hijo de Dios permanece en la comunidad sin distinción de raza, lengua, condición social etcétera: en virtud de la fe en Cristo compartimos una misma fe.
ALELUIA Lc 1, 42
Aleluia. ¡Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Aleluia.
EVANGELIO Jn 19, 25-27
Guía: En la cruz Jesús nos deja a María como madre universal, y como hijos pre- dilectos del Padre tenemos al Señor como hermano.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Palabra del Señor.
Comentario: La Iglesia que se funda por la fe en la Palabra de Dios es la Iglesia que nace al pie de la cruz. La participación de María revela más que una piedad filial sino una maternidad espiritual, que contempla no solo al discípulo amado sino también a todo creyente que ha creído en su Hijo.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Presentamos nuestras ofrendas con ánimo de peregrinos que van con Cristo hacia el Padre. María nos facilita el camino, con su entrega incondicional a Dios.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: La comunión con Cristo hoy se nos facilita si nos acercamos a recibirla con María, madre suya y nuestra.
DESPEDIDA
Guía: Los santos y las santas del Carmelo: Teresa de Ávila, Teresita de Lisieux, Teresa de Los Andes, Edith Stein y Juan de la Cruz, y tantos otros, nos atestiguan que se puede ser todo de Cristo sin dejar de ser todo de los hermanos. Recojamos esta gran lección.