Cientos de familias y cuasimodistas a caballo celebraron en la parroquia San Luis Beltrán el segundo domingo de Pascua. El Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, presidió la misa acompañado del párroco Julio Larrondo, y luego realizaron la tradicional visita a vecinos enfermos y ancianos de distintos sectores de la comuna, para llevarles la Comunión.
El arzobispo manifestó su alegría por los miles de cuasimodistas que en distintas zonas del Santiago y zona central acompañan estas procesiones, destacando en su mensaje el valor de este signo fraterno. “Que hermoso el gesto de llevarle a Jesús resucitado a nuestros hermanos y hermanas que se encuentran postrados por enfermedad o disminuidos o por su edad, y que van a recibir el día de hoy el regalo más grande de la comunidad cristiana, el cuerpo y la sangre de Jesús resucitado”.
La historia cuenta que el domingo siguiente a Pascua de Resurrección, miles de cuasimodistas tienen la misión de “correr a Cristo” montados en caballos, bicicletas o en otro tipo de vehículos, para acompañar al sacerdote que lleva la Comunión a personas ancianas y enfermas. Cuenta la tradición que esta expresión de religiosidad popular se realiza desde los tiempos de la Colonia.
El cardenal agregó que Cuasimodo, realizado justamente en el día en que la Iglesia celebra la Fiesta de la Divina Misericordia “que hermosa es la experiencia de la misericordia de Dios, un Dios que frente a la ingratitud, nos manifiesta bondad, amor, misericordia, y nos invita a ser como Él y a manifestar nuestra fe y la esperanza que no abandona”.
Sobre las raíces de la fiesta de Cuasimodo en este sector de la Zona Oeste, Didier Galaz, presidente del Cuasimodo de Pudahuel, explica que “esta fiesta tiene sus orígenes junto con el nacimiento de la parroquia, y se ha mantenido de generación en generación. Es de los más antiguos de la zona y tenemos gente que lleva más de 60 años participando, familias completas. El Cuasimodo está muy arraigado en esta comunidad parroquial, para mí esto es una obra de misericordia muy rescatable, muy pocas veces la Iglesia Católica sale a las calles a anunciar al Cristo vivo, llevándoles la comunión a aquellas personas enfermas y postradas”.
El padre Julio Larrondo, párroco de San Luis Beltrán, agregó: “Esta es una fiesta que provoca mucha alegría no sólo en quienes corren, sino también en quienes reciben la Comunión y que muchas veces están enfermos y no pueden acercarse a la parroquia”.
La cuasimodista Maritza Morales también da su testimonio: “Somos de una familia católica, mi abuela trabajó muchos años en la Parroquia San Luis Beltrán, así que para nosotros el que haya venido el cardenal es una bendición, porque mi abuelita está en silla de ruedas y no puede caminar, así que de esa forma ella siente que tiene ese apego con Dios”.