El 17 de diciembre de 2014, los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, encabezados por Barack Obama y Raúl Castro, respectivamente, anunciaron la intención de iniciar el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, rotas en 1961. Durante el mismo anuncio se dio a conocer el rol que jugó el papa Francisco, quien desde mediados del 2014 envió por separado cartas a ambos mandatarios alentando el diálogo entre ellos.
Encuentro, diálogo y acuerdo: el papa Francisco, Cuba y Estados Unidos aborda precisamente los pasos que llevaron a buen puerto ese proceso. Su autor, el cardenal Jaime Ortega, fue un testigo de excepción de ese momento histórico, pues el propio Pontífice lo escogió para mediar entre ambos gobiernos, luego que tanto Castro como Obama le pidieran al Papa que los apoyara en las delicadas negociaciones.
A lo largo del libro, el cardenal Ortega, arzobispo emérito de La Habana, va abordando el contexto histórico, los personajes involucrados, y las distintas situaciones que fueron propiciando el encuentro de los actores, que, en virtud de los cambios acontecidos tanto en Cuba como Estados Unidos, fueron permitiendo abrirse al diálogo que desembocaría en el acuerdo. Para el cardenal Ortega, la mediación papal facilitó el encuentro entre dos personeros que deseaban hacer algo para superar un problema de larga data que, a través del dialogo, reuniones de representantes, gestos, mensajes personales y cartas entregadas a uno y otro, fueron creando el espacio necesario para sentarse a negociar, superando las desconfianzas y temores.
El cardenal Ortega entrega un relato de fácil lectura que permite entender las claves del proceso, así como los acontecimientos que fueron cimentando el diálogo. La visita de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, la liberación de presos políticos, las entrevistas con diversos personeros que recibieron y transmitieron el mensaje de la Iglesia, elementos todos que ayudaron a abrir los caminos del diálogo y del encuentro.
Del libro aprendemos que el diálogo es clave para afrontar los problemas de hoy. Para el autor, este es una herramienta fundamental para la Iglesia que construye Francisco, empeñado en facilitar el encuentro entre hombres y pueblos tendiendo puentes para resolver los problemas que hay en las familias, en la sociedad, y en las naciones. El diálogo y el encuentro como una forma de enfrentar los grandes problemas del mundo. Tal como lo hace el Buen Pastor con sus ovejas.
En síntesis, un relato de valor histórico que, sin romper los códigos del secreto de la diplomacia, enseña el profundo valor de los procesos de diálogo, tan necesarios en el mundo de hoy, y que comunica cuáles deben ser nuestros objetivos como Iglesia: tender puentes, deshacer prejuicios y facilitar caminos de comprensión que nos permitan reencontrarnos, a la luz del Evangelio, para construir de la manera en que Cristo nos enseñó.