Motivación de entrada
El fin del año litúrgico, ya cercano, nos invita a estar vigilantes, pues el Señor viene. El cristiano vive a la espera del Señor, llenando su vida de obras buenas. La eucaristía de hoy es una adecuada oportunidad para recordarlo.
Acto penitencial
Hoy pedimos perdón: por desesperarnos ante la fugacidad de la vida, en vez de asirnos a Dios; por desaprovechar las ocasiones de ayudar a los hermanos; por creernos eternos e instalarnos en el mundo.
Colecta
Suplicamos al Señor que aparte de nosotros todo lo adverso y todo lo que impide cumplir su voluntad.
LECTURAS CICLO A
Primera lectura: Sabiduría 6, 12-16.
El texto de esta lectura afirma que la sabiduría es don de Dios, pero también fruto de búsqueda: en efecto, la encuentra el que la busca.
Segunda lectura: 1 Tesalonicenses 4, 13-18 (o bien: 4, 13-14).
Pablo da a los cristianos de Tesalónica indicaciones sobre la muerte, la participación en la resurrección del Señor y los reconforta con la esperanza de que iremos al encuentro del Señor para estar siempre con él.
Evangelio: Mateo 25, 1-13.
Con la parábola de las diez vírgenes, se reafirma que el cristiano debe estar despierto y activo a la espera del Señor.
Oración de los fieles
Presentación de las ofrendas
Hacemos con alegría nuestra ofrenda del pan y del vino: son dones de Dios para el banquete eucarístico de hoy, y también anticipo del banquete definitivo.
Comunión
La fuerza del Espíritu Santo, que el Padre nos ha comunicado por Jesús, transforma toda nuestra vida.
Despedida
El Señor viene, el Señor viene pronto, el Señor viene siempre: es la buena noticia que debemos anunciar a todos, como fruto de la celebración eucarística.