La ceremonia fue presidida por el Arzobispo de Santiago junto con el Nuncio Apostólico Ivo Scapolo, obispos auxiliares, sacerdotes, diáconos y una multitud de personas provenientes de diversas partes de la capital. La procesión inició con una misa en la Iglesia San Francisco para luego caminar por las calles del centro de la capital hasta llegar a la Catedral de Santiago, donde se realizó la adoración al Santísimo Sacramento.
La peregrinación entre los dos templos íconos de la ciudad, estuvo marcada por las hermosas alfombras decorativas que realizaron los alumnos de más de 20 colegios de diversos lugares de Santiago. Por ellas pasó el Cuerpo de Cristo, llamando la atención de los transeúntes que se sumaron espontáneamente a la celebración.
“Para nosotros como comunidad cristiana la coherencia eucarística se debe volver también un compromiso social y por qué no, también en un compromiso político”, dijo el pastor de la Iglesia de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, en la celebración del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
“En la fiesta del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, nos reunimos como Iglesia diocesana para celebrar el misterio de nuestra fe, el misterio de la presencia real de Jesucristo el Señor en la Santa Eucarística. Al mismo tiempo nos reunimos para proclamar por las calles de nuestra cuidad que Jesucristo es el pan de vida, aquel que ha venido a traernos vida, vida abundante”, dijo el pastor de la Iglesia de Santiago en su homilía.
Además agregó que “Jesús ha querido quedarse con nosotros para siempre. Inmolado en la Cruz, resucita y nos promete que permanecerá siempre con nosotros hasta el final de los tiempos. Y los tiempos podrán ser difíciles, podrán ser oscuros, pero nunca el Señor Jesús nos abandonará”.
LA EUCARISTÍA Y LA COHERENCIA
El Arzobispo de Santiago recordó una enseñanza de Benedicto XVI. “En su carta Exhortación Apostólica sobre la Eucaristía -después del Sínodo-, el Papa recordaba que la Eucaristía debe tener una coherencia con la vida diaria y con la vida social. No sería autentico alimentarnos del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, si después nuestro corazón estuviera cerrado a las necesidades de los más pobres, de los que están solos, de los migrantes, de las personas que no tienen a nadie en la vida que les tienda una mano”.
“Para nosotros como comunidad cristiana esta coherencia eucarística se debe volver también un compromiso social y por qué no, también en un compromiso político para conformar la realidad muchas veces sufriente de muchos de nuestros hermanos en una realidad de fraternidad, de comunión, en una realidad vivida desde lo más profundo del corazón. Esa es la tarea que también la Eucaristía nos asigna, ser coherentes con el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Alimentamos nuestra vida, para ponernos al servicio de los que nos necesitan”, finalizó.
LA VOZ DE LOS PEREGRINOS
Dilson Botero es migrante, lleva 6 meses en nuestro país junto a su esposa. Junto a ella participaron de la fiesta de la festividad. “Es difícil salir de tu país y más aún acostumbrarte a otro. Nosotros somos muy creyentes y el apoyo de Dios, a través de la Eucaristía, ha sido fundamental para mantenernos de pie por nuestros sueños. Es por eso que quisimos vivir y participar de esta actividad, para agradecerle a nuestro Señor”.
Por su parte el Vicario de la Zona Centro, padre Marek Burzawa comentó sobre el sentido de esta fiesta. “Hace prácticamente ocho siglos la Iglesia Católica celebra la fiesta del Cuerpo y de la Sangre de Cristo y en las últimas décadas, en nuestra Iglesia de Santiago, hemos querido poner un acento en esta procesión. Por un lado es acompañar a Jesús sacramentado por las calles de nuestra ciudad, pero por otro lado también es un acto público para manifestar nuestra fe en Jesús presente”.
Javiera Ortega llegó temprano hasta el centro de Santiago. Dos de sus hijas fueron las encargadas de realizar algunas de las alfombras por donde pasó el Santísimo junto a la procesión. “El colegio nos invitó a participar y nos encantó la idea. A través de estas expresiones artísticas también se puede evangelizar y más aún en esta fecha tan importante para la Iglesia como es Corpus Christi”.
EL SIGNO DEL Xº SÍNODO DE SANTIAGO
Al llegar a la catedral, un joven rezó por la cuidad y por todos los que participaron de esta procesión. Luego una joven realizó una danza orante que preparó el ingreso al templo para realizar la adoración al Santísimo. “En la presencia de Jesús en la Eucaristía, hemos podido rezar junto a él y toda nuestra ciudad, por este Sínodo que estamos viviendo como Iglesia de Santiago. Ha sido una fiesta muy hermosa que nos pone en sintonía con este camino que estamos realizando juntos, especialmente con los más jóvenes”, señaló la Hermana Susana Díaz, perteneciente a la comisión del X° Sínodo.