Solemnidad
Cristo glorificado, una invitación a la esperanza
Motivación de entrada
La fiesta de la Ascensión de Jesús es la fiesta del hombre: en Cristo, nuestra cabeza, se anticipa nuestra glorificación.
Acto penitencial
Por habernos sumergido tanto en las cosas terrenales, hasta olvidar nuestro destino definitivo. Por descuidar nuestros deberes cotidianos, lugar de nuestra respuesta al amor de Dios.
Colecta
Podemos vivir en la esperanza de alcanzar a Cristo glorificado, mientras lo contemplamos en el misterio de su Ascensión.
LECTURAS CICLO A
Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 1, 1-11.
La introducción de los Hechos resume la vida de Jesús y relata su Ascensión al cielo. Comienza así el tiempo de la Iglesia, hasta la vuelta de Jesús.
Segunda lectura: Efesios 1, 17-23.
La Ascensión del Señor manifiesta el poder de Dios que resucita a Cristo y lo glorifica, poniéndolo por encima de todo. Lo hace cabeza de la Iglesia.
Evangelio: Mateo 28, 16-20.
La liturgia, en el evangelio de hoy, anticipa el mandato de Jesús a sus discípulos de ir a anunciar el evangelio a todo el mundo. Él estará junto a ellos hasta el fin.
Oración de los fieles
Presentación de las ofrendas
Con el ofrecimiento del pan y del vino, “frutos de la tierra y del trabajo de los hombres”, anticipamos, en esperanza, el cielo nuevo y la tierra nueva.
Comunión
Cristo recibido en su cuerpo es el pan que alimenta nuestra peregrinación hacia el Padre Dios.
Despedida
Cristo, con la Ascensión al Padre, no abandona al mundo. Su presencia sigue entre nosotros, en la comunidad cristiana, en la eucaristía, en su palabra, en los pobres. Por medio de nosotros continúa su obra salvadora.