Santa Catalina de Siena, v. y d. (MO). Blanco.
Prefacio de Pascua.
Leccionario Santoral: 1Jn 1, 5–2, 2; Sal 102, 1-4. 8-9. 13-14. 17-18; Mt 11, 25-30.
Reseña: Nace en Siena (Italia) en el año 1347. Sus padres la quieren casar. Sin embargo, ella opta por ser terciaria dominica. Con pocos estudios, y desde su casa, guía a muchas personas de humilde condición, a papas, reyes y generales. Convence al papa Gregorio IX para que regrese de Anagni a Roma, mientras que Urbano VI la llama para que le ayude a evitar el cisma de Occidente. Recibió en su cuerpo los estigmas de Jesucristo. Fallece el 29 de abril de 1380, siendo proclamada doctora de la Iglesia por Pablo VI en el año 1970.
LECTURA Hech 6, 1-7
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
En aquellos días, como el número de discípulos aumentaba, los helenistas comenzaron a murmurar contra los hebreos porque se desatendía a sus viudas en la distribución diaria de los alimentos. Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: “No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocuparnos de servir las mesas. Es preferible, hermanos, que busquen entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos esta tarea. De esa manera, podremos dedicarnos a la oración y al ministerio de la Palabra”. La asamblea aprobó esta propuesta y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe y a Prócoro, a Nicanor y a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía. Los presentaron a los Apóstoles, y éstos, después de orar, les impusieron las manos. Así la Palabra de Dios se extendía cada vez más, el número de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén y muchos sacerdotes abrazaban la fe. Palabra de Dios.
Comentario: Al nombrar a los siete para administrar los asuntos de la iglesia, se quería que quedaran los apóstoles sólo con el apostolado de predicar, enseñar y orar, y así el trabajo de toda la iglesia se hizo más efectivo que antes.
SALMO Sal 32, 1-2. 4-5. 18-19
R. ¡Que tu amor descienda sobre nosotros, Señor!
Aclamen, justos, al Señor: es propio de los buenos alabarlo. Alaben al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de diez cuerdas. R.
Porque la palabra del Señor es recta y él obra siempre con lealtad; él ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su amor. R.
Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R.
ALELUIA
Aleluia. Resucitó Cristo, que creó todas las cosas y tuvo misericordia de su pueblo. Aleluia.
EVANGELIO Jn 6, 16-21
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Al atardecer de ese mismo día, en que Jesús había multiplicado los panes, los discípulos bajaron a la orilla del mar y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaún, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos. El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento. Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. Él les dijo: “Soy yo, no teman”. Ellos quisieron subirlo a la barca, pero ésta tocó tierra en seguida en el lugar adonde iban. Palabra del Señor.
Comentario: Los cristianos también nos aventuramos en este mar inmenso. También se tambalea nuestra barca y la oscuridad nos asusta. Pero a pesar de la tormenta no hay que temer porque tenemos a Cristo como capitán del barco.