Cristo ha resucitado, nosotros somos testigos
Motivación de entrada
Toda la liturgia de hoy es un grito de alegría por la resurrección del Señor. En la Pascua nace el hombre nuevo creado en la justicia y santidad verdaderas.
Acto penitencial
Por no haber acogido el espíritu de Jesús que nos hace resucitar de la muerte del pecado a vida nueva en Dios, pedimos perdón.
Colecta
Pedimos al Padre que por Cristo, vencedor de la muerte, nos ayude a renacer a la vida nueva.
LECTURAS CICLOS A-B-C
Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 10, 34.37-43.
El discurso de Pedro al pagano Cornelio relata la vida de Jesús quien pasó haciendo el bien y sanando a los enfermos. Crucificado, resucitó al tercer día, apareciéndose a los que debían ser sus testigos. En él tenemos el perdón de los pecados.
Segunda lectura: Colosenses 3, 1-4.
San Pablo invita a los cristianos que han resucitado en Cristo a vivir una vida digna de él.
(O bien: 1 Corintios 5, 6-8).
Evangelio: Juan 20, 1-9.
* En lugar de este evangelio, se puede leer el evangelio de la Vigilia del año que corresponda (A-B-C).
Donde se celebre Misa vespertina, también puede leerse el evangelio: Lucas 24, 13-35.
La resurrección del Señor pone a prueba la fe de los discípulos, pues, como nota el evangelista, todavía no habían entendido bien que él tenía que resucitar de los muertos.
Oración de los fieles
Presentación de las ofrendas
Con los dones del pan y del vino, ofrecemos el compromiso de nuestra vida: construir una Iglesia que manifieste al Cristo resucitado.
Comunión
La comunión con el cuerpo y la sangre de Cristo es anticipo de la resurrección futura.
Despedida
Vayamos con la alegría de nuestra vida y la fuerza del Espíritu Santo, a anunciar que Cristo ha resucitado y que nosotros somos sus testigos.