San Policarpo, o. y mr. (MO). Rojo.
Leccionario Santoral: Apoc 2, 8-11; Sal 30, 3-4. 6. 8. 16-17; Jn 15, 18-21.
Prefacio de pastores.
LECTURA Ecli 5, 1-8
Lectura del libro del Eclesiástico.
No te fíes de tus riquezas ni digas: “Con esto me basta”. No dejes que tu deseo y tu fuerza te lleven a obrar según tus caprichos. No digas: “¿Quién podrá dominarme?”, porque el Señor da a cada uno su merecido. No digas: “Pequé, ¿y qué me sucedió?”, porque el Señor es paciente. No estés tan seguro del perdón, mientras cometes un pecado tras otro. No digas: “Su compasión es grande; él perdonará la multitud de mis pecados”, porque en él está la misericordia, pero también la ira, y su indignación recae sobre los pecadores. No tardes en volver al Señor, dejando pasar un día tras otro, porque la ira del Señor irrumpirá súbitamente y perecerás en el momento del castigo. No te fíes de las riquezas adquiridas injustamente: de nada te servirán en el día de la desgracia. Palabra de Dios.
Comentario: El poder del dinero no da seguridad. En el momento de la angustia, la enfermedad o el dolor, el dinero no soluciona nada. Un cristiano confía en el poder de la oración. Mediante la oración se logran todos los objetivos, porque Dios escucha al que pide con fe y humildad de corazón.
SALMO Sal 1, 1-4. 6
R. ¡Feliz el que pone su confianza en el Señor!
¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos, sino que se complace en la ley del Señor y la medita de día y de noche! R.
Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien. R.
No sucede así con los malvados: ellos son como paja que se lleva el viento, porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal. R.
ALELUIA Cfr. 1Tes 2,13
Aleluia. Reciban la Palabra de Dios, no como palabra humana, sino como lo que es realmente, como Palabra de Dios. Aleluia.
EVANGELIO Mc 9, 41-50
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo. Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar. Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos al infierno, al fuego inextinguible. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies al infierno. Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. Porque cada uno será salado por el fuego. La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros. Palabra del Señor.
Comentario: La sal significa la creatividad y las riquezas propias de cada uno. Seamos personas que viven (y que, a veces, peleamos) pero preocupados por mantener la confianza fraterna y el respeto mutuo.