4º de Adviento. Morado.
Credo. Prefacio de Adviento. Semana 4ª del Salterio.
José, el justo, sueña como Dios
José y María están comprometidos y deben esperar un año antes de convivir como marido y mujer. Podemos imaginar que planean su futuro, justo cuando María evidencia un embarazo del cual José no sabe nada. Sorpresa absoluta en la familia, pero una cruel verdad se anida en el corazón de José. Se manifiesta una evidente traición, pero su amor es más grande. Como hombre justo entra en crisis: no quiere acusarla públicamente como adúltera con la pena de la lapidación y decide repudiarla en secreto. Su corazón enamorado y sincero sufre. Tiene un gran conflicto entre observar la ley denunciándola o separarse en secreto y salvarle la vida. Le parece que siempre viola algo que no le parece justo. José, de manos duras por el trabajo y de corazón tierno y herido sueña… Un ángel le dice que no tenga miedo y reciba a María como esposa, que el embarazo es fruto de un milagro y nacerá el Salvador de Israel y el mundo. En los evangelios, los ángeles aparecen tres veces para cuidar la vida de Jesús: anuncian su venida a María, protegen su vida de la ira feroz de Herodes haciendo huir a Egipto a su familia y, finalmente, anuncian que resucitando ha vencido la muerte. José escucha la noticia de que se llamará Jesús porque ese nombre significa “salvador”. Era la esperanza de Israel, y es la nuestra hoy cuando sentimos la presión de las exigencias que nos impone el mundo. El anuncio del Ángel alarga el corazón de José. Ya hay lugar no solo para María y el niño, sino también para todos los que quieren ser salvados. José recibe a María como esposa. Ella abandona la casa de la anunciación y va a la casa de los sueños de su esposo. Así nace la Iglesia de Jesús: del corazón enamorado de un hombre y una mujer. Ya es Navidad, tiempo para alargar el corazón hacia la dimensión de un hombre justo como José.
“Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús” (Mt 1, 21).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Con este Cuarto Domingo de Adviento quedamos a las mismas puertas de la Navidad. En las lecturas, de hoy, encontramos a la Virgen María y José con las dudas y los conflictos humanos que debieron resolver para colaborar fielmente con cuanto Dios le había pedido, en el nacimiento del Hijo de Dios.
1ª LECTURA Is 7, 10-14
Guía: El texto de Isaías que escucharemos, la liturgia lo aplica a Jesús, que nacerá de la Virgen María.
Lectura del libro de Isaías.
El Señor habló a Ajaz en estos términos: “Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas”. Pero Ajaz respondió: “No lo pediré ni tentaré al Señor”. Isaías dijo: “Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren: la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel”. Palabra de Dios.
SALMO Sal 23, 1-6
R. Va a entrar el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las corrientes del océano. R.
¿Quién podrá subir a la montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos. R.
Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R.
2ª LECTURA Rom 1, 1-7
Guía: Jesús es la Buena Noticia de la salvación. Por él, Pablo y nosotros hoy, recibimos la gracia de la misión apostólica.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Carta de Pablo, servidor de Jesucristo, llamado para ser apóstol, y elegido para anunciar la Buena Noticia de Dios, que él había prometido por medio de sus profetas en las Sagradas Escrituras, acerca de su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, nacido de la estirpe de David según la carne, y constituido Hijo de Dios con poder según el Espíritu santificador, por su resurrección de entre los muertos. Por él hemos recibido la gracia y la misión apostólica, a fin de conducir a la obediencia de la fe, para gloria de su nombre, a todos los pueblos paganos, entre los cuales se encuentran también ustedes, que han sido llamados por Jesucristo. A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos, lleguen la gracia y la paz, que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Palabra de Dios.
ALELUIA Mt 1, 23
Aleluia. La virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, Dios con nosotros. Aleluia.
EVANGELIO Mt 1, 18-24
Guía: Al relatarnos el nacimiento de Jesús, Mateo nos muestra que Dios guía la historia de la salvación. Sin embargo, quiere nuestra cooperación.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella, proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de todos sus pecados”. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: “La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emanuel”, que traducido significa: “Dios con nosotros”. Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: En la cercanía de Navidad, con el pan y el vino, ofrecemos nuestros anhelos y sufrimientos, conjuntamente con las aspiraciones de toda la humanidad que espera la llegada de un mundo mejor.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: La comunión, con el Cuerpo de Cristo, nos compromete a colaborar en el Plan de Dios, que se revela en las contingencias de la vida diaria.
DESPEDIDA
Guía: Con este domingo termina este tiempo litúrgico de Adviento, pero la vida del cristiano continúa a la espera de la revelación del Mesías que vendrá al final de los tiempos. Nos comprometemos a colaborar en su Venida siendo portadores de la fe que se hace servicio.