El Papa Francisco celebró el domingo la santa misa en la Plaza de San Pedro, ocasión en la que se reunieron miles de catequistas de todo el mundo, quienes viajaron a Roma para celebrar su jubileo. En la homilía, el Santo Padre subrayó que al Dios de la esperanza se le anuncia con el evangelio de la caridad, y puso en guardia del “estrabismo” de aquellos que miran con deferencia a las personas famosas, de alto nivel, admiradas por el mundo, y aparta la vista de tantos Lázaros de ahora, de los pobres y los que sufren, que son los predilectos del Señor.
También recordó a los catequistas que, como servidores de la palabra de Jesús, todos estamos llamados a no hacer alarde de apariencia ni a buscar la gloria, y tampoco a estar tristes o disgustados.
“El que proclama la esperanza de Jesús es portador de alegría y sabe ver más lejos, tiene horizontes, no tiene un muro que lo encierra; ve más lejos porque sabe mirar más allá del mal y de los problemas. Al mismo tiempo, ve bien de cerca, pues está atento al prójimo y a sus necesidades”, les dijo Francisco.
En nuestro país, el Jubileo de los Catequistas se celebrará este sábado 1º de octubre.