4º de Pascua. Blanco.
Gloria. Credo. Prefacio de Pascua. Jornada mundial de oración por las vocaciones.
Los buenos pastores iluminan con su vida
Jesús estaba en Jerusalén en la fiesta de la Dedicación del Templo, que rememoraba cómo, en el pasado, sus autoridades religiosas, por su mala conducta, habían provocado su profanación que hizo necesaria una nueva consagración. En ese contexto, hablaba de los buenos y los malos pastores. El pueblo entendía perfectamente el discurso, y las autoridades del Templo se sentían aludidas y reaccionaban.
La escena de los mercenarios que escaparon contrasta con el desinterés y el coraje del pastor que murió por defender a los suyos. Así indicaba, que la muerte del pastor y la vida de las ovejas es el criterio para calificar a las autoridades.
El evangelio de Juan muestra, desde el inicio, la lucha entre las tinieblas y la luz, y cómo los hombres, por sus opciones, adhieren a una u otra. El mismo prólogo afirma que vino la luz, pero los suyos prefirieron las tinieblas.
La gran luz es la resurrección de Cristo. Las tinieblas son la muerte que él venció. Por el bautismo nos hace vencedores, pero también testigos vivenciales de su mensaje, tan testigos que quiere vivir en cada uno de nosotros y que vivamos siendo como él.
En nuestro tiempo, es necesario examinar hasta qué punto somos capaces de decir una palabra franca y desinteresada en nuestras comunidades y en nuestra sociedad. Puede suceder que, por hacer cálculos sobre la conveniencia o no, caigamos en el oportunismo, confundamos fraternidad con servilismo, indiferencia con respecto, y, poco a poco, fragüemos, a nuestro alrededor, un vacío de verdad.
El final del discurso de Jesús, cuando va a buscar a todas las ovejas lejanas, señala la universalidad de la salvación. Todos los hombres le pertenecen, también aquellos que pretenden estar alejados de él.
Nosotros, los pastores de hoy, tenemos que estar dispuestos a dar la vida por todos.
El buen pastor da su vida por las ovejas (Jn 10, 11).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Jesús, Buen Pastor llena la liturgia de hoy. Hoy rezamos especialmente por el Papa, los obispos, sacerdotes y, muy especialmente, por el florecimiento vocacional en la Iglesia.
PRIMERA LECTURA Hech 4, 8-12
Guía: Pedro afirma que sólo en Cristo hay salvación y solo a él debemos invocarlo como salvador.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
En aquellos días: Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: “Jefes del pueblo y ancianos, ya que hoy se nos pide cuenta del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue sanado, sepan ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí sano delante de ustedes por el Nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, al que ustedes crucificaron y Dios resucitó de entre lo muertos. Él es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular. Porque, en ningún otro existe la salvación, ni hay bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos salvarnos”. Palabra de Dios.
SALMO Sal 117,1. 8-9. 21-23. 26. 28-29
R. Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor.
O bien: Aleluia.
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! Es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres; es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de los poderosos. R.
Yo te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos. R.
¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor: Tú eres mi Dios, y yo te doy gracias; Dios mío, yo te glorifico. ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! R.
SEGUNDA LECTURA 1Jn 3, 1-2
Guía: La afirmación de Juan: “¡Somos hijos de Dios ya, pero todavía no plenamente!”, es un buen compromiso a ser verdaderos hijos suyos y hermanos entre todos.
Lectura de la primera carta de san Juan.
Queridos hermanos: ¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a Él. Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es. Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 10, 14
Aleluia. “Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí”, dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Jn 10,11-18
Guía: Jesús se autoproclama como el “Buen Pastor” amándonos hasta tal punto de entregar su vida por todos. ¿Conocemos de veras a Jesús, nuestro Salvador? ¿Lo amamos y lo seguimos?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús dijo: “Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí –como el Padre me conoce a mí y Yo conozco al Padre– y doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo rebaño y un solo Pastor. El Padre me ama porque Yo doy mi vida para recobrarla. Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: éste es el mandato que recibí de mi Padre”. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Junto al pan y al vino, ofrecemos nuestros sufrimientos, pruebas y logros; ofrecemos, también, a todos los llamados a una vida de mayor servicio en la Iglesia.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Recordemos que el buen Pastor ha resucitado y que antes ha ofrecido su vida por nosotros. Comulgar con él significa entregarnos más generosamente al servicio de los demás.
DESPEDIDA
Guía: Salimos del templo con el compromiso de caminar juntos hacia el Padre: obispos, sacerdotes, vida consagrada y laicos. Cada uno viviendo su carisma y propio ministerio.