Motivación de entrada
En la liturgia de hoy nos encontramos con la Virgen María y san José, el hombre “justo”, que juegan un rol decisivo en el plan de la salvación. Dios se revela en la historia como “el Emanuel” –Dios con nosotros–; esto, a su vez, encuentra en Jesús su plena realización.
Acto penitencial
En la cercanía de la Navidad, nos preguntamos cómo hemos vivido el “adviento”; si hemos avanzado en la conversión; si realmente la palabra de Dios nos ha ayudado a un cambio de vida; si, de alguna manera, hemos sido “precursores” de Cristo, abriéndole camino en las personas con las cuales vivimos o trabajamos…
LECTURAS BÍBLICOS
Primera lectura: Isaías 7, 10-14.
La liturgia aplica el texto del profeta a Jesús que nacerá de la Virgen María y, a su vez, ensalza el poder de Dios.
Segunda lectura: Romanos 1, 1-7.
Jesús es el centro del evangelio, es decir, de la buena noticia de la salvación. A él le debemos la adhesión de una fe obediente y responsable.
Evangelio: Mateo 1, 18-24.
El evangelista, al relatarnos el nacimiento de Jesús, nos muestra que es Dios quien guía la historia de la salvación. En ella, sin embargo, quiere la cooperación humana.
Oración de los fieles
Presentación de las ofrendas
En la cercanía de la Navidad, con los dones del pan y del vino, ofrecemos sobre el altar los sufrimientos de la gente, sus angustias, sus aspiraciones de paz y de solidaridad: de un mundo mejor.
Comunión
La comunión con el cuerpo de Cristo debe comprometernos a colaborar en el plan de Dios que se revela y realiza en la historia cotidiana del mundo.
Despedida
Termina el tiempo litúrgico de Adviento, pero la vida del cristiano es toda un “adviento”: espera y revelación de ese Jesús que ha venido a salvar; que pide nuestra cooperación para seguir salvando a los hombres.