33° domingo durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año.
Un solo talento es un gran tesoro
Para comprender la parábola de hoy, es conveniente tener una idea del valor de un talento. Era para significar algo de mucho valor. Equivalía a seis mil denarios o salarios, es decir, la paga de una persona por dieciséis años. ¡Ni qué hablar de cinco talentos! Jesús quiere decir que nos confía siempre mucho y con libertad de acción, de acuerdo a nuestra capacidad, para que nadie se vea sobrepasado en la exigencia.
Los dos primeros se disponen enseguida a trabajar con decisión, identificados con el proyecto de su señor. No temen correr riesgos. Cuando llega el señor, le entregan con orgullo los frutos: han logrado duplicar los talentos.
Al tercero lo único que se le ocurre es enterrar el talento para conservarlo seguro. Cuando vuelve su señor, se justifica exponiéndole que es riguroso y él miedoso. Es condenado no por el poco fruto, sino por negligente. Tiene miedo de su señor porque lo imagina egoísta, injusto y arbitrario. Una persona de no fiar y para estar a la defensiva. Por eso, decide evitar riesgos y planifica devolver lo recibido.
Jesús, con su vida, su evangelio, su muerte y resurrección, nos ha dejado un proyecto de vida personal y comunitario; puso su reinado en nuestras manos. A cada uno según su capacidad, pero es siempre un proyecto de un valor incalculable. Nos ha confiado su mensaje, los valores del Reino, su cuerpo formado por todos los que creen en él, la tarea de hacer llegar los talentos recibidos a todos los hombres. Confía en nuestra capacidad y en nuestra dedicación para hacer fructificar y multiplicar su Reino.
Para ser creativos en su reino, necesitamos haber sido conquistados por su proyecto y confiar ciegamente en sus promesas. La fe que se conserva no se contagia. La práctica religiosa para cumplir una obligación nos entristece y paraliza.
No podemos llegar a las puertas del cielo para decirle: “Aquí tienes lo tuyo”, tu evangelio, tu reino, tu mensaje de amor. Lo hemos conservado fielmente y predicado correctamente. No sirvió para transformar nuestra vida ni tampoco para transformar el mundo, pero te lo devolvemos intacto.
“A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero” (Mt 25, 15).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: La palabra de Dios que hoy nos reúne nos cuestiona sobre el problema final del mundo y del hombre. En vez de abandonarnos a la tristeza, hoy nos abandonamos confiados en las manos del Señor. Queremos esperarlo con fe, con confianza y con amor.
1ª LECTURA Prov 31, 10-13. 19-20. 30-31
Guía: Un hermoso poema sobre las cualidades de la mujer perfecta: es trabajadora, solidariza con los pobres, es sabia, entregada a su familia y generosa con Dios.
Lectura del libro de los Proverbios.
Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación. Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida. Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente. Engañoso es el encanto y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor merece ser alabada. Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente. Palabra de Dios.
SALMO Sal 127, 1-5
R. ¡Feliz quien ama al Señor!
¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. R.
Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.
¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén! R.
2ª LECTURA 1Tes 5, 1-6
Guía: Exhortación de Pablo a los cristianos a vivir despiertos, a la espera del Señor que vendrá de repente, “como un ladrón en la noche”.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: En cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba. Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche. Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores del parto sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar. Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas para que ese Día los sorprenda como un ladrón: todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. No nos durmamos, entonces, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios. Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 15, 4. 5
Aleluia. «Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. El que permanece en mí da mucho fruto», dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Mt 25, 14-30
Guía: La parábola de los talentos es un mensaje exigente: los talentos que Dios nos da con abundancia son para ponerlos al servicio del prójimo, no para guardarlos egoístamente.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. «Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado». «Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor». Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: «Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado». «Está bien, servidor bueno y fiel; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor». Llegó luego el que había recibido un solo talento. «Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!». Pero el señor le respondió: «Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes». Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Con los dones del pan y del vino, dones de Dios y fruto del trabajo humano, renovamos nuestro compromiso de trabajar, con entrega total, en la construcción del Reino.
PREPARACIÓN PARA LA COMUNIÓN
Guía: Acompañamos a Jesús que ha venido a nosotros en los signos del pan y del vino, con la reflexión del Salmo: “Para mí lo bueno es estar junto a Dios, hacer del Señor mi refugio” (Sal 72).
DESPEDIDA
Guía: Salgamos de nuestra celebración con una vida renovada y que eso se manifieste en una relación diversa con la gente: acogida, paz, ayuda, especialmente con los más pobres y necesitados.