31º durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año. Semana 3a del Salterio.
Un pequeño gran hombre
Zaqueo, el jefe de los publicanos, quiere ver a Jesús. Eso le basta. Ni sueña con poder hablar con él. ¿Qué puede decirle un ladrón de Jericó al profeta y amigo de los pobres? La distancia entre los dos es enorme, como la que hay entre Dios y un pecador.
Pequeño de estatura, pero, con grandes deseos que lo impulsan a la búsqueda de soluciones sin complejos ni falsas vergüenzas. Para superar la muralla de gente que se forma alrededor del Maestro, sube a un árbol. Quiere tener la seguridad de verlo.
Cuando se acerca el Maestro, su corazón late con fuerza, y fija en él la mirada. No quiere perderse ni un detalle del profeta del que todos hablan, y que ya está pasando justo debajo del árbol.
Jesús levanta los ojos, sus miradas se cruzan y dialogan intensamente un instante. Su mirada no juzga, no condena, no humilla y, por eso, libera, interpelando lo mejor del corazón de Zaqueo, que advierte que ahora es Jesús quien lo busca a él. ¡Qué milagrosa inversión de roles!
Zaqueo escucha que Jesús lo llama por su nombre y que se autoinvita a su casa. Es más, dice que siente la obligación de hospedarse en su casa…
Zaqueo significa “Dios se recuerda”. Hasta ese momento podía relacionarlo con los pecados y las injusticias cometidas… Pero en la mirada y las palabras de Jesús, hay solo amor y liberación.
Zaqueo baja rápidamente porque tiene mucho que hacer para recibir al Maestro en su casa. Quiere agasajarlo con el mejor banquete junto con toda su familia y sus amigos publicanos. Se arma la fiesta.
Es el encuentro de la liberación y del comienzo de una nueva vida. Todo cambia después que se encuentra con Jesús.
Hoy el Señor siente la obligación de hospedarse en mi casa, quiero ser otro pequeño gran hombre.
“Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa” (Lc 19, 5).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Hoy reflexionaremos sobre el encuentro de Zaqueo con Jesús. Un hecho que cambió su vida de publicano y pecador en discípulo misionero. De la misma manera, el Señor hoy quiere hospedarse en nuestra casa y sanar nuestras heridas, cambiando nuestro egoísmo en solidaridad, las luchas fraternas, en mensajeros de la paz.
1ª LECTURA Sab 11, 22?12, 2
Guía: Dios es el principio de cuanto existe y no quiere que nada sea destruido, porque él quiere la vida. Esta lectura es una invitación a cuidar nuestra casa común, las personas y la naturaleza.
Lectura del libro de la Sabiduría.
Señor, el mundo entero es delante de ti como un grano de polvo que apenas inclina la balanza, como una gota de rocío matinal que cae sobre la tierra. Tú te compadeces de todos, porque todo lo puedes, y apartas los ojos de los pecados de los hombres para que ellos se conviertan. Tú amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho, porque si hubieras odiado algo, no lo habrías creado. ¿Cómo podría subsistir una cosa si Tú no quisieras? ¿Cómo se conservaría si no la hubieras llamado? Pero Tú eres indulgente con todos, ya que todo es tuyo, Señor que amas la vida, porque tu espíritu incorruptible está en todas las cosas. Por eso reprendes poco a poco a los que caen, y los amonestas recordándoles sus pecados, para que se aparten del mal y crean en ti, Señor. Palabra de Dios.
SALMO Sal 144, 1-2. 8-11. 13-14
R. Bendeciré al Señor siempre y en todo lugar.
Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey, y bendeciré tu Nombre eternamente; día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar. R.
El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas. R.
Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. R.
El Señor es fiel en todas sus palabras y bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que caen y endereza a los que están encorvados. R.
2ª LECTURA 2Tes 1, 11?2, 2
Guía: Pablo ora por la comunidad de Tesalónica, que Dios ha llamado para llevar a cumplimiento su vocación y misión.
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: Rogamos constantemente por ustedes a fin de que Dios los haga dignos de su llamado, y lleve a término en ustedes, con su poder, todo buen propósito y toda acción inspirada en la fe. Así el Nombre del Señor Jesús será glorificado en ustedes, y ustedes en Él, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. Acerca de la Venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con Él, les rogamos, hermanos, que no se dejen perturbar fácilmente ni se alarmen, sea por anuncios proféticos, o por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que hacen creer que el Día del Señor ya ha llegado. Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 3, 16
Aleluia. Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único; todo el que cree en Él tiene Vida eterna. Aleluia.
EVANGELIO Lc 19, 1-10
Guía: En Zaqueo se revela plenamente la misericordia de Dios, la que cuando se recibe, con fe y humildad, se transforma en conversión.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí viví á un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicómoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Se ha ido a alojar en casa de un pecador». Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy cuatro veces más». Y Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido». Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: El pan y el vino son signos de la presencia de Jesucristo en medio de la comunidad. Los ofrecemos con el profundo deseo de llevar una vida coherente donde integremos la fe y obras acordes a ella.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: La comunión sacramental sea signo y anticipo del encuentro definitivo que tendremos un día en el Reino de los Cielos.
DESPEDIDA
Guía: Volvamos a nuestras casas y actividades, alabando al Padre que nos rconcilió con él y entre nosotros. Que con la gracia del Espíritu Santo, durante esta semana, comuniquemos la misericordia de Dios a todos.