Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año.
Inicio de semana de rogativas.
El poder del servicio
Jesús atraviesa Galilea con sus Apóstoles de incógnito; quiere que nadie lo sepa. Se dedica de lleno a formar a sus Apóstoles y necesita liberarse de los problemas que le ponen los escribas, los fariseos y la gente que le saca tiempo.
A ellos les revela claramente que “el Hijo del Hombre iba ser entregado, lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará”.
El Señor ha sido rechazado por sus familiares, por los paisanos de su pueblo, por las autoridades religiosas y por los judíos. Entonces, enseña en tierra pagana, y sucede exactamente lo mismo.
Después del segundo anuncio, Marcos escribe con tristeza: “… pero ellos no comprendían y temían hacerle preguntas”. Mientras él los instruye, ellos especulaban con el futuro de una gran nación, con Jesús como único jefe, un gran ejército, ellos como ministros, con armas, poder, y, lógicamente también dinero. Imaginan que pronto se concretizaría el reinado del nuevo David.
En el camino a Jerusalén, el Señor quiere convertir a los suyos. Quiere cambiar su corazón para que piensen en solidaridad, perdón, amor, ternura, compasión, servicio a los demás, no violencia…
Al llegar a Cafarnaúm, el evangelista constata qué lejos están los pensamientos del Señor y los de sus Apóstoles. Si discuten entre ellos por los primeros puestos en el nuevo reino, es evidente que Jesús no es más el centro de sus pensamientos ni de sus sentimientos, sino la lucha por el poder.
El Señor no los condena, pero aprovecha su debilidad para enseñarles; pone en medio de ellos a quien no ejerce ningún poder: un niño. Declara solemnemente que tenemos que estar tan despojados como una criatura para entrar en su Reino.
De las palabras y de la vida de Jesús aprendemos que el único poder que supera todas las dificultades es amar sin poder.
“Habían estado discutiendo sobre quién era el más grande” (Mc 9, 34).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Nos preparamos a participar de la eucaristía dominical que nos invita a ser, en primer lugar, servidores de los demás, despreocupándonos de buscar puestos de honor.
1ª LECTURA Sab 2, 12. 17-20
Guía: El hombre bueno y, a la vez, cristiano verdadero es un reproche a la conducta de los malvados.
Lectura del libro de la Sabiduría.
Dicen los impíos: Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida. Veamos si sus palabras son verdaderas y comprobemos lo que le pasará al final. Porque si el justo es hijo de Dios, Él lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos. Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia. Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará. Palabra de Dios.
SALMO Sal 53, 3-6. 8
R. El Señor es mi apoyo verdadero.
Dios mío, sálvame por tu Nombre, defiéndeme con tu poder. Dios mío, escucha mi súplica, presta atención a las palabras de mi boca. R.
Dios mío, sálvame por tu Nombre, porque gente soberbia se ha alzado contra mí, hombres violentos atentan contra mi vida, sin tener presente a Dios. R.
Pero Dios es mi ayuda, el Señor es mi apoyo verdadero: Te ofreceré un sacrificio voluntario, daré gracias a tu Nombre, porque es bueno. R.
2ª LECTURA Sant 3, 16–4, 3
Guía: El apóstol Santiago exhorta a vivir una vida transparente, purificándose de los malos deseos que perturban las relaciones fraternas.
Lectura de la carta de Santiago.
Hermanos: Donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden y toda clase de maldad. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, ante todo, pura; y además, pacífica, benévola y conciliadora; está llena de misericordia y dispuesta a hacer el bien; es imparcial y sincera. Un fruto de justicia se siembra pacíficamente para los que trabajan por la paz. ¿De dónde provienen las luchas y las querellas que hay entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que combaten en sus mismos miembros? Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo que desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se hacen la guerra. Ustedes no tienen, porque no piden. O bien, piden y no reciben, porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones. Palabra de Dios.
ALELUIA Cfr. 2Tes 2, 14
Aleluia. Dios nos llamó, por medio del Evangelio, para que poseamos la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Aleluia.
EVANGELIO Mc 9, 30-37
Guía: Una vez más, Jesús nos da la lección que no siempre estamos dispuestos a aprender: el que quiera ser el primero o el más importante, que se ponga en el último puesto sirviendo a todos con fe y alegría.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús atravesaba la Galilea junto con sus discípulos y no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba y les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará». Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas. Llegaron a Cafarnaúm y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: «¿De qué hablaban en el camino?» Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande. Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: «El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos». Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: «El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a Aquél que me ha enviado». Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Presentemos nuestras ofrendas al Señor, con las manos limpias de toda ambición, disponiéndonos a recibir en cambio sus bienes, con amor de hijos.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Al acercarnos a comulgar recordemos que este encuentro eucarístico con Cristo es una gracia que transforma toda nuestra vida.
DESPEDIDA
Guía: Hemos compartido la Palabra y la eucaristía: anunciemos con generosidad lo que hemos recibido.