25º durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año.
El Señor les dirigió una emblemática parábola a sus discípulos. Podemos suponer que los seguidores de Jesús, que habían abandonado todo por él, eran personas de mucha sensibilidad con los bienes de este mundo, pero eran realistas, porque, en cierta ocasión, le presentaron al Señor su caso: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?”
El ejemplo del administrador pródigo, que se parece al hijo pródigo por la capacidad de derrochar los bienes, podría haberles resultado hasta deshonesto. El hijo pródigo, al menos, derrochó lo propio, pero éste se aseguró el futuro con los bienes de su patrón. Un verdadero robo…
El dueño alabó y no castigó al administrador infiel y le reconoció la capacidad de saber moverse en esta vida para asegurarse un futuro en una situación para nada entusiasmante. Ésa es la enseñanza para los hijos de la luz, es decir, los discípulos que no se habrían jamás permitido derrochar lo ajeno, y también para nosotros…
El Señor dice que debemos saber administrar sabiamente lo nuestro y lo ajeno, aceptando que nada es eternamente nuestro… Lo único que puede ser eternamente nuestro es Dios y nada ni nadie más. Y cuando se dice “nuestro” se excluye un “mío” egoísta.
Ese futuro incierto lo podemos asegurar, advierte el Señor, si aprendemos a aplicar las enseñanzas de un hijo de las tinieblas… Como que nos reprochara que no sabemos administrar lo poco perecedero que tenemos en esta vida para estar con Dios que nos regalará lo eterno.
Él también derrocha con nosotros… Debemos mucho… Siempre nos llama a sentarnos con él y hace una nueva cuenta que pone nuestra deuda en cero… Así, de a poco, nos quiere llevar con él a lo único que puede ser eternamente nuestro.
“El Señor alabó al administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente” (Lc 16, 8).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Hoy nos preparamos a la eucaristía dominical con la reconfortante palabra de la Escritura: “Yo soy la salvación del pueblo, dice el Señor. Cuando me llamen desde el peligro, yo los escucharé y seré para siempre su Señor”.
Guía: El profeta afirma, con vehemencia, que Dios toma la defensa de los pobres e indigentes explotados por comerciantes inescrupulosos.
Lectura de la profecía de Amós.
Escuchen esto, ustedes, los que pisotean al indigente para hacer desaparecer a los pobres del país. Ustedes dicen: «¿Cuándo pasará el novilunio para que podamos vender el grano, y el sábado, para dar salida al trigo? Disminuiremos la medida, aumentaremos el precio, falsearemos las balanzas para defraudar; compraremos a los débiles con dinero y al indigente por un par de sandalias, y venderemos hasta los desechos del trigo». El Señor lo ha jurado por el orgullo de Jacob: Jamás olvidaré ninguna de sus acciones.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 112, 1-2. 4-8
R. ¡Alaben al Señor, que alza al pobre!
Alaben, servidores del Señor, alaben el Nombre del Señor. Bendito sea el Nombre del Señor, desde ahora y para siempre. R.
El Señor está sobre todas las naciones, su gloria se eleva sobre el cielo. ¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que tiene su morada en las alturas, y se inclina para contemplar el cielo y la tierra? R.
Él levanta del polvo al desvalido, alza al pobre de su miseria, para hacerlo sentar entre los nobles, entre los nobles de su pueblo. R.
Guía: El cristiano, enseña Pablo, debe abarcar en su oración a todos los hombres, porque Dios los quiere salvos a todos.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a Timoteo.
Querido hijo: Ante todo, te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, por los soberanos y por todas las autoridades, para que podamos disfrutar de paz y de tranquilidad, y llevar una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, porque Él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo, hombre Él también, que se entregó a sí mismo para rescatar a todos. Éste es el testimonio que Él dio a su debido tiempo, y del cual fui constituido heraldo y Apóstol para enseñar a los paganos la verdadera fe. Digo la verdad, y no miento. Por lo tanto, quiero que los hombres oren constantemente, levantando las manos al cielo con recta intención, sin arrebatos ni discusiones.
Palabra de Dios.
ALELUIA 2Cor 8, 9
Aleluia. Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza. Aleluia.
EVANGELIO Lc 16, 1-13
Guía: El cristiano no puede hacer del dinero un ídolo al cual sacrificar todo. El dinero es un medio para la vida y para compartirlo con otros. Como el Padre celestial, el cristiano puede ser “providencia” para los pobres y necesitados.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús decía a los discípulos: Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le dijo: “¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto”. El administrador pensó entonces: “¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!”. Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?” “Veinte barriles de aceite”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez”. Después preguntó a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?” “Cuatrocientos quintales de trigo”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo y anota trescientos”. Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz. Pero Yo les digo: Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que éste les falte, ellos los reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho. Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les con fiará el verdadero bien? Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes? Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
Palabra del Señor.
O bien más breve: Lc 16, 10-13
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús decía a sus discípulos: El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho. Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes? Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Presentemos con manos limpias nuestras ofrendas al Señor, mientras nos disponemos a recibir sus bienes con amor de hijos.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Recordemos que la comunión con Cristo no es ni puede ser algo ocasional, sino un encuentro que transforme toda nuestra vida.
DESPEDIDA
Guía: Hemos compartido el pan de la palabra y del sacramento: vayamos a compartirlo generosamente con quienes encontraremos hoy y en la semana que comienza a la vida.