23° durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año. Semana 3° del Salterio.
Jesús exige todo de nosotros
Una muchedumbre acompaña a Jesús, pero no se exalta por el número, no espera la aprobación ni el aplauso; le interesa la integridad del corazón de cada uno de los que lo siguen, especialmente de sus discípulos.
En esas condiciones, muchos líderes de este mundo buscan alagar a las masas para aumentar la aprobación y así sostener sus propios intereses de dominio sobre las personas. Políticos, comunicadores, artistas, publicistas son maestros en estas artes de seducción.
Jesús, en cambio, pronuncia palabras fuertes a todos los que lo escuchan: “Si uno no me ama más que a sus padres, mujer e hijos…”. “Si uno no me ama más que a su propia vida…”. “El que no renuncie a todos sus bienes no puede ser mi discípulo”.
Estas palabras son como los clavos de la cruz: si las escuchamos, entran en nuestra carne viva y duelen. Pero condicionan la vida, que de otra manera la perdemos.
Para comprender el mensaje de Jesús, no debemos poner el centro del texto de hoy en las renuncias, sino en el deseo de ser discípulo de él, compañero en la vida. La renuncia sola produce insatisfacción y frustraciones, no felicidad. Renunciar para conquistar y vivir un amor nos hace felices. Jesús no pretende mucho de nosotros, quiere absolutamente todo, como todo amor grande y único.
En la vida no avanzamos sobre la base de renuncias y sacrificios, sino de lo que somos capaces de sacrificar porque vivimos una pasión que nos empuja y obliga desde el corazón. Rezamos verdaderamente cuando nos disponemos a decirle a Dios que lo amamos por encima de todas las cosas y las personas, y que nadie está antes que él. Esa es la fuerza de los mártires, de los santos y no una vana ascética masoquista.
Jesús, que nos visita en esta eucaristía, se hizo pan para cada uno de nosotros porque nos quiere. Hoy nos invita a ser el pan que necesitan nuestros hermanos.
“El que no renuncia a todo lo que tiene no podrá ser discípulo mío” (Lc 14, 33).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Para comprender el mensaje de Jesús hay que ser su discípulo y compañero de vida… Jesús pretende que le entreguemos todo, con un amor grande y único. Nos disponemos a vivir intensamente esta eucaristía, que nos permitirá profundizar en nuestro seguimiento.
1ª LECTURA Sab 9, 13-18
Guía: Aquellos que reciben y se dejan conducir por la sabiduría de Dios resultan capaces de descubrir su voluntad, en la vida cotidiana.
Lectura del libro de la Sabiduría.
¿Qué hombre puede conocer los designios de Dios o hacerse una idea de lo que quiere el Señor? Los pensamientos de los mortales son indecisos y sus reflexiones, precarias, porque un cuerpo corruptible pesa sobre el alma y esta morada de arcilla oprime a la mente con muchas preocupaciones. Nos cuesta conjeturar lo que hay sobre la tierra, y lo que está a nuestro alcance lo descubrimos con esfuerzo; pero ¿quién ha explorado lo que está en el cielo? ¿Y quién habría conocido tu voluntad si Tú mismo no hubieras dado la Sabiduría y enviado desde lo alto tu santo espíritu? Así se enderezaron los caminos de los que están sobre la tierra, así aprendieron los hombres lo que te agrada y, por la Sabiduría, fueron salvados. Palabra de Dios.
SALMO Sal 89, 3-6. 12-14. 17
R. ¡Señor, Tú has sido nuestro refugio!
Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos». Porque mil años son ante tus ojos como el día de ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche. R.
Tú los arrebatas, y son como un sueño, como la hierba que brota de mañana: por la mañana brota y florece, y por la tarde se seca y se marchita. R.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría. ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…? Ten compasión de tus servidores. R.
Sácianos en seguida con tu amor, y cantaremos felices toda nuestra vida. Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor; que el Señor, nuestro Dios, haga prosperar la obra de nuestras manos. R.
2ª LECTURA Flm 9-10. 12-17
Guía: En la carta a Filemón, Pablo indica el camino de la caridad fraterna como la solución a muchos de los males sociales que aún afligen a la humanidad.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a Filemón.
Querido hermano: Yo, Pablo, ya anciano y ahora prisionero a causa de Cristo Jesús, te suplico en favor de mi hijo Onésimo, al que engendré en la prisión. Te lo envío como si fuera una parte de mi mismo ser. Con gusto lo hubiera retenido a mi lado, para que me sirviera en tu nombre mientras estoy prisionero a causa del Evangelio. Pero no he querido realizar nada sin tu consentimiento, para que el beneficio que me haces no sea forzado, sino voluntario. Tal vez, él se apartó de ti por un instante, a fin de que lo recuperes para siempre, no ya como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano querido. Si es tan querido para mí, cuánto más lo será para ti, que estás unido a él por lazos humanos y en el Señor. Por eso, si me consideras un amigo, recíbelo como a mí mismo. Palabra de Dios.
ALELUIA Sal 118, 135
Aleluia. Que brille sobre mí la luz de tu rostro, y enséñame tus preceptos. Aleluia.
EVANGELIO Lc 14, 25-33
Guía: Para seguir a Jesús, existe una escala de valores en la cual el Reino de Dios, encabeza el listado. Todo lo demás pasa a un segundo plano totalmente.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Junto con Jesús iba un gran gentío, y Él, dándose vuelta, les dijo: Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. ¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: “Este comenzó a edificar y no pudo terminar”. ¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil? Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz. De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: El pan y el vino, son el fruto de muchos granos de trigo y de uva. De la misma manera, Jesús nos llama a construir y vivir la unidad, en torno a él.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: La comunión eucarística nos compromete a responder al llamado de Jesús y a participar de su proyecto de vida y misión.
DESPEDIDA
Guía: Fuimos convocados a formar parte de la comunidad de Jesús. Regresamos ahora a nuestras actividades cotidianas con el compromiso de ser más solidarios con todos, especialmente con los más necesitados.