21º durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año. Semana 1ª del Salterio.
¿Son pocos los que se salvan?
¿Es verdad que son pocos los que se salvan? ¿Cuántos se salvan? Ya en tiempos de Jesús, la pregunta daba vueltas en la cabeza de la gente.
Jesús no responde con cifras ni porcentajes, solo indica el camino de la salvación, como si nos dijera que no nos preocupemos por el número, sino por salvarnos.
Da algunos detalles importantes para salvarnos: la puerta de entrada es estrecha, o sea que no pasan los grandes. Hay que hacerse pequeño, humilde. No quiere decir que requiera esfuerzos ni penitencias especiales, pero está hecha a la medida de un niño que precisamente de esfuerzos no tiene experiencia… Todo lo espera de sus padres. Así es el cielo: no llegan los que quieren merecerlo con la propia voluntad, sino los que lo piden al Padre del cielo. Un Padre que, en el momento preciso, abrirá la puerta lo más que pueda, entonces será muy ancha para los pequeños.
No se puede llegar con equipajes, presunciones, méritos propios, invocar amistades como haber comido o bebido, o haber acompañado al Señor por los caminos, los templos y las plazas. No es por eso que nos reconocerá. Para el que llega con estos títulos la puerta será estrecha y no podrá pasar.
La puerta será hermosa y grande, y dará una gran fiesta a la que ya participan multitudes de Oriente y Occidente, ricos, pobres, de todas las razas y los pueblos de la tierra. Son los que han recibido a Dios de mil formas buscándolo sobre todas las cosas y confiando solo en él.
Jesús enseñaba esto en el camino a Jerusalén, donde iba precisamente para abrirnos la puerta a todos con su pasión y su muerte. Al final de ese camino, preparó una cena a la que invitó a sus amigos, con el fin de celebrar un memorial para la salvación de todos los hombres. Él quiere abrirnos la puerta, pero a condición de no ir cargados de nuestro propio yo.
Hoy Jesús te invita a vivir de manera tal que la puerta estrecha sea bella y ancha al final de tu camino.
“Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?” (Lc 13, 22)
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Somos parte de la comunidad que cree y sigue a Jesús, y como los discípulos le preguntamos: ¿Es verdad que son pocos los que se salvarán? Jesús no responde con cifras ni porcentajes, solo asegura que la puerta de entrada es estrecha, o sea, que no lograrán pasar los grandes. Por tanto, hay que convertirse en pequeño y humilde.
1ª LECTURA Is 66, 18-21
Guía: A través de un lenguaje poético, el profeta anuncia la reunificación de todos los pueblos en el único pueblo de Dios.
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor: Yo mismo vendré a reunir a todas las naciones y a todas las lenguas, y ellas vendrán y verán mi gloria. Yo les, daré una señal, y a algunos de sus sobrevivientes los enviaré a las naciones extranjeras, a las costas lejanas que no han oído hablar de mí ni han visto mi gloria. Y ellos anunciarán mi gloria a las naciones. Ellos traerán a todos los hermanos de ustedes, como una ofrenda al Señor, hasta mi Montaña santa de Jerusalén. Los traerán en caballos, carros y literas, a lomo de mulas y en dromedarios ?dice el Señor? como los israelitas llevan la ofrenda a la Casa del Señor en un recipiente puro. Y también de entre ellos tomaré sacerdotes y levitas, dice el Señor. Palabra de Dios.
SALMO Sal 116, 1?2
R. Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio.
¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos! R.
Es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. R.
2ª LECTURA Heb 12, 5-7. 11-13
Guía: Como un buen padre que corrige a sus hijos, Dios Padre nos corrige para que generemos frutos de justicia y paz.
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes. Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquél que recibe por hijo. Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre? Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella. Por eso, «que recobren su vigor las manos que desfallecen y las rodillas que flaquean. Y ustedes, avancen por un camino llano», para que el rengo no caiga, sino que se sane. Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 14, 6
Aleluia. «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí», dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Lc 13, 22?30
Guía: La puerta de entrada de la salvación es estrecha, lo cual expresa que exige nuestra correspondencia al contenido del llamado del Señor.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. Una persona le preguntó: «Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?» Él respondió: «Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos”. Y él les responderá: “No sé de dónde son ustedes”. Entonces comenzarán a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas”. Pero él les dirá: “No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!” Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos». Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: La ofrenda del pan y del vino es el signo de nuestro compromiso por responder al llamado de Dios, por construir un mundo mejor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que en el sacrificio único de Cristo, te has adquirido un pueblo de hijos, sé bondadoso con nosotros y concede a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: La comunión con Jesús nos alimenta y fortalece, en el compromiso por cumplir la Voluntad de Dios.
DESPEDIDA
Guía: Habiendo comprendido, un poco más, de las exigencias para entrar al Reino de Dios, vayamos a anunciar el amor salvador de Jesucristo, en medio de aquellos que buscan solo la grandeza en el dinero y el bienestar, olvidando que Dios nos promete algo superior.