2° de Adviento. Morado.
Credo. Prefacio de Adviento. Semana 2ª del Salterio.
Dios está cerca y nos llama
La predicación de Juan en el desierto es simple: el reino de los cielos está cerca, conviértanse. Con las mismas palabras comenzará la predicación de Jesús. La buena noticia es que Dios está cerca, es más, ya llegó. Por ahora la ve solo el profeta porque los demás están ciegos y sordos, porque Dios nunca tarda y siempre está a la vuelta de la esquina de nuestra vida.
La esencia del adviento es el anuncio de que Dios está cerca de cada uno de nosotros y de toda la creación. Viene con su carga de armonía para todas las creaturas y todas las personas sin diferencias de razas, religiones, culturas y naciones. Llega el Rey del universo y todos, sin distinción, somos súbditos.
Todavía no lo vemos realizado, pero este sueño de Dios es el futuro que nos llama.
La segunda buena noticia que anuncia Juan es que hay que cambiar y convertirnos.
La reacción de quienes iban a escucharlo fue confesar sus pecados y recibir un bautismo de conversión. Quizá, hoy también es necesario confesar que nuestra idea extraña del pecado, reducido a la conciencia de haber violado una ley cuya gravedad depende de la importancia de la ley. Pensemos, un instante, en nuestros pecados como a una desobediencia al sueño de Dios de sentirnos hermanos, en armonía con la creación y que hemos traicionado su amor eterno por cada uno. Como el dolor de un hijo que hace añicos los sueños de su padre y lo traiciona con la violencia verbal y física. Es mucho más grave que pensar, simplemente, que hemos quebrado un reglamento y que, volviendo a observarlo, todo vuelve a la armonía…
Juan y Jesús insisten. ¡Conviértanse! No es una orden, sino una oportunidad de volver a armonizar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras acciones con nuestros hermanos y con Dios que ya viene, que ya está entre nosotros.
“Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca” (Mt 3,2).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: En la liturgia de hoy, Juan el Bautista anuncia que el Reino de los Cielos está cerca, y que es necesario convertirse. Justamente con estas mismas palabras, Jesús comenzará luego su predicación.
1ª LECTURA Is 11, 1-10
Guía: Isaías anuncia la llegada de un nuevo rey que gobernará con justicia y traerá la paz. De este modo, se comienza a anunciar que el Padre mandará a su Hijo.
Lectura del libro de Isaías.
Saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor –y lo inspirará el temor del Señor–. Él no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir: juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres del país; herirá al violento con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas. El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá; la vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey. El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora meterá la mano el niño apenas des- tetado. No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar. Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como estandarte para los pueblos: las naciones la buscarán y la gloria será su morada. Palabra de Dios.
SALMO Sal 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17
R. ¡Ven, Señor, rey de justicia y de paz!
Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. R.
Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz, mientras dure la luna; que domine de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra. R.
Porque él librará al pobre que suplica y al humilde que está desamparado. Tendrá compasión del débil y del pobre, y salvará la vida de los indigentes. R.
Que perdure su nombre para siempre y su linaje permanezca como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos y todas las naciones lo proclamen feliz. R.
2ª LECTURA Rom 15, 4-9
Guía: San Pablo muestra su preocupación por el buen andar de la comunidad romana.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma. Hermanos: Todo lo que ha sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción, a fin de que por la constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza. Que el Dios de la constancia y del consuelo les conceda tener los mismos sentimientos unos hacia otros, a ejemplo de Cristo Jesús, para que, con un solo corazón y una sola voz, glorifiquen a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Sean mutuamente acogedores, como Cristo los acogió a ustedes para la gloria de Dios. Porque les aseguro que Cristo se hizo servidor de los judíos para confirmar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas que él había hecho a nuestros padres, y para que los paganos glorifiquen a Dios por su misericordia. Así lo enseña la Escritura cuando dice: “Yo te alabaré en medio de las naciones, Señor, y cantaré en honor de tu nombre”. Palabra de Dios.
ALELUIA L c 3, 4. 6
Aleluia. Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Todos los hombres verán la Salvación de Dios. Aleluia.
EVANGELIO Mt 3, 1-12
Guía: Para que se prepare el camino del Señor, Juan Bautista llama a la conversión y a quienes aceptaban los bautiza.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”. A él se refería el profeta Isaías cuando dijo: “Una voz grita en el desierto: ‘Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos’”. Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: “Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan el fruto de una sincera conversión, y no se contenten con decir: ‘Tenemos por padre a Abraham’. Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto, será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí, es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en un fuego inextinguible”. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFENDAS
Guía: Mientras esperamos la llegada del Señor, presentamos nuestras vidas, con sus éxitos y fracasos, penas y alegrías. Y lo hacemos cantando.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Cristo viene a nosotros y nos entrega su comida. Vayamos alegres a su encuentro, a la espera, de su Venida definitiva.
DESPEDIDA
Guía: El cristiano es una persona de esperanza. Hoy nos preguntamos, con el beato Alberto Hurtado: ¿“Qué haría Cristo en mi lugar”? ¿Qué puedo hacer mientras esperamos su Segunda Venida? Nos retiramos gozosos por este tiempo de espera.